
Talento multidisciplinario
María Claudia Martínez: líder dentro y fuera de las canchas
Como abogada experta en competencia y primera socia de su bufete, fusiona la disciplina del deporte con la estrategia legal, liderando equipos y desafiando límites para construir líderes dentro y fuera de la cancha.
Su voz resuena con la seguridad de quien defiende argumentos en tribunales y estrategias en partidos decisivos. Abogada, economista, primera socia mujer de su bufete y capitana en las canchas, su vida es una final en la que el derecho y el deporte no compiten, sino que se alían.
Nacida en una familia de abogados (padre, hermanos y abuelo lo son), siempre tuvo la jurisprudencia como referente. Su curiosidad por la economía surgió durante el pregrado. Con la claridad de que no quería dedicarse del todo a ella, sumó ese programa a sus estudios en la Universidad de los Andes.
Ese doble interés la llevó a especializarse en Derecho de la Competencia y Libre Comercio, por lo que es una experta en el análisis de mercados y en prevenir prácticas anticompetitivas, como los carteles empresariales. “La economía y el derecho son la mezcla perfecta para esta práctica”, comenta.
Desde pequeña, el deporte ha sido una de sus pasiones. Su primera medalla la ganó en una carrera en el jardín infantil. Vivir en Estados Unidos y Francia durante su niñez —sin dominar del todo los idiomas— reforzó su vínculo con esta actividad: “Fue mi herramienta para integrarme. En Francia, la profesora de educación física del colegio notó mis habilidades y me llevó al atletismo. Empecé a ganar carreras sin entender por qué se me daba tan fácil”.
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En Colombia, lideró la creación del equipo de fútbol en el colegio femenino donde estudiaba. “No teníamos cancha ni transporte. Encabecé una iniciativa para que nos dieran recursos, y eso me formó como líder”.
En la universidad, volvió a ser capitana y convirtió a su escuadra en una familia. Incluso soñó con ser futbolista profesional, cuando no existía la liga femenina.
“Hago deporte para compartir con gente diversa, a la que me une algo sincero: el amor por el juego”.
A la firma de abogados de la que es socia llegó antes de graduarse, para monitorear procesos judiciales. Tras dos años y medio en la Superintendencia de Industria y Comercio, donde profundizó su experticia, regresó para liderar el área de competencia.
Cerca de cumplir 40 años, sigue jugando fútbol —con quinceañeras— y desafía montañas con su bicicleta de downhill. “Me gusta lo extremo”.
También disfruta el gimnasio, aunque no siente la misma adrenalina que le dan las canchas.
“Creo firmemente en el balance de vida. Hay que sacrificar, claro, pero no a uno mismo”. Para ella, el deporte trasciende lo físico, porque enseña a entender realidades distintas y a respetar que no todos piensan como uno.
“El deporte no es un pasatiempo, es una herramienta para construir líderes”, concluye.