Hoy, en el Banco de Bogotá, está concentrada en hacerlo más visible y cercano, sobre la base de que “más que una institución financiera, somos ese aliado que acompaña y se adapta para ayudar a cumplir los proyectos de vida, como son el acceso a la educación o adquirir una vivienda propia”.

María Claudia Naranjo: la voz estratégica detrás de grandes transformaciones

Con una visión clara del poder transformador de las marcas, apuesta por un liderazgo empático y con propósito, que conecte al sector privado con los grandes retos del país. Madre, ejecutiva y estratega, propone una nueva forma de hacer presencia: con impacto, sin protagonismo.

Redacción Semana
26 de junio de 2025

“Llevo el país en las venas. Me mueve mucho el tema de reputación y posicionamiento para poner en alto el nombre de Colombia”, afirma esta ejecutiva, que está al frente de la comunicación externa de uno de los gigantes del sector financiero.

Inició su trayectoria profesional en la Misión de Colombia ante la OEA, en Washington, donde integró el equipo de comunicaciones estratégicas de la VI Cumbre de las Américas. Luego, en la firma global de relaciones públicas Hill & Knowlton, asumió la cuenta de Procter & Gamble, una de las compañías más grandes del mundo en el campo de los productos de consumo masivo.

En Procolombia promovió la inversión extranjera y ayudó a posicionar al país como destino turístico. Posteriormente, en Semana, acompañó a la gerencia en procesos de transformación empresarial y presidió la junta directiva. En este medio de comunicación se enfocó en temas digitales y proyectos de liderazgo femenino.

Es politóloga bilingüe de la Universidad Javeriana, con énfasis en comunicación y marketing político, y ha complementado su formación con estudios en relaciones públicas, redes sociales y manejo de crisis.

Hoy, en el Banco de Bogotá, está concentrada en hacerlo más visible y cercano, sobre la base de que “más que una institución financiera, somos ese aliado que acompaña y se adapta para ayudar a cumplir los proyectos de vida, como son el acceso a la educación o adquirir una vivienda propia”.

Para ella es claro que el sector privado tiene un rol esencial frente a los desafíos nacionales: “Si los empresarios no apuestan en este momento por el país, si no creen en el talento y la resiliencia de los colombianos, va a ser muy difícil alcanzar el optimismo que se necesita. Hoy, más que nunca, el desarrollo económico requiere un liderazgo con propósito, con un compromiso colectivo y una mirada a largo plazo”.

Su forma de liderar se basa en la empatía. “Para conseguir un equipo de alto rendimiento, me gusta conectar primero desde lo personal y lo emocional”. Cree que el vínculo genuino que se construye de esta manera marca la diferencia: “Cuando las personas se sienten escuchadas y respaldadas, se genera confianza y se obtienen los mejores resultados”.

Madre de dos niñas pequeñas (Belén, de 4 años, y Amelia, de 1 y medio), enfrenta el reto diario de equilibrar la vida profesional y la personal. “Quiero ser una mamá superpresente, sin renunciar a mis sueños y a las metas que tengo como mujer y como profesional”. Para lograrlas, confiesa, le ha tocado sacudirse y empezar a mostrarse más, porque lo suyo siempre ha sido estar detrás de bambalinas, haciendo que las cosas pasen.

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