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Nazly Riveros desafía estereotipos con el propósito de servir a Colombia

Sueña con ser ministra de Defensa. Tiene la certeza de que las mujeres están preparadas para seguir haciendo historia al aportarle a Colombia con conocimiento, experiencia y actitud.

Redacción Semana
30 de octubre de 2025

Es abogada de profesión, pero sus primeros pasos profesionales los dio en el mundo de la seguridad privada, al que llegó para dictar clases a un grupo de vigilantes y escoltas, y donde le propusieron vincularse al área comercial. “El mundo de las leyes es maravilloso, pero mi vocación es estar cerca de la gente. Por eso acepté sin dudarlo”, recuerda. De eso hace ya 14 años. Hoy se desempeña como gerente comercial en una multinacional y también es consultora en seguridad. Ha trabajado en tres de las compañías más grandes de este sector en el país y hace unos meses terminó su segunda maestría, en Ciberseguridad y Ciberdefensa. La primera fue en Seguridad y Defensa Nacional. También tiene formación en conciliación extrajudicial y resolución de conflictos. Asesora a empresas y juntas directivas en temas de estrategia y dicta conferencias de ciberseguridad. En la más reciente habló sobre el impacto de los ataques a infraestructuras críticas y cómo afectan la continuidad del negocio.

A pesar de avances como el suyo, las mujeres apenas se están abriendo un espacio en esta industria. La Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada reporta que sólo el 13 por ciento de los más de 300.000 guardas del país son mujeres. Y según las ejecutivas de este sector, en los cargos directivos la situación no es mucho mejor. “Cada vez que una mujer llega a donde no hubo predecesoras pienso: ‘Yo quiero hacer eso’. Me enorgullece ser ejemplo para que otras digan: ‘Yo también lo puedo hacer’, especialmente en esos espacios en los que no somos visibles. Hay que seguir buscándolos, porque tenemos con qué”. Sueña con apoyar a la Fuerza Pública en los territorios y actuar en beneficio de la población desde la esencia femenina, que se traduce en protección y cuidado.

El amor por la patria le viene de siempre. Su padre le enseñó que la rectitud no tiene términos medios. “De él aprendí que es fácil ser íntegro cuando te están viendo. La clave es serlo cuando nadie te ve. Espero que en mi vejez pueda decir que le aporté a mi país con mis valores y mi vocación de servicio”. Le gustaría ser asesora del Gobierno y, por qué no, ministra de Defensa, cargo que en una sola ocasión ha sido ocupado por una mujer. “Muchas nos hemos preparado y estamos listas para tener un papel importante. Con conocimiento y actitud, podemos hacer historia”.

No quiere ser madre, pero siente el compromiso de construir una nación mejor para las nuevas generaciones. Disfruta pasar el tiempo en familia y con amigos, saboreando un buen café, especialmente si es al aire libre.

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