Agricultura regenerativa: así cultivan plátano en Paratebueno

Desde hace un tiempo se habla en el país de la agricultura regenerativa, un modelo de negocio en el que quienes cultivan buscan devolverle a la tierra lo que se le ha quitado durante años, producto de químicos, fungicidas e insecticidas que generan afectaciones en los microorganismos del suelo.

Precisamente con esta concepción y con la idea de desarrollar alternativas de negocio rentables, sostenibles y amigables con el ambiente, además de generar un impacto social, la compañía Grupo Madre Tierra, propiedad de la familia de cantante Andrea Echeverri, luego de experimentar con agricultura, decidió apostarle a este técnica en plantaciones de plátano.

Su gerente técnico, Rodrigo Echeverry, cuenta cómo desde hace 45 años han desarrollado varios negocios en su finca, ubicada en el municipio de Paratebueno, en Cundinamarca, los cuales les brindaron el aprendizaje suficiente para inclinarse hacia lo sostenible y amigable con el ambiente.

Hijos de padre ganadero, los cuatro hermanos Echeverri iniciaron sus negocios siguiendo sus pasos. Sin embargo, un tiempo después le apostaron a la siembra de arroz, palma africana y caucho, pero ninguna de estas opciones fue viable.

Hace unos 10 años montaron un proyecto de caucho en el municipio de Mapiripán, en el Meta, como una opción productiva para los cocaleros de la región. Allí trabajaban con unas 50 familias. No obstante, esta estrategia de negocio no funcionó.

Para Rodrigo Echeverry es claro que con la agricultura tradicional la plata se la ganan los laboratorios y los agrocomercios, mientras que los cultivadores se quedan con la peor parte e incluso muchos de ellos terminan en la quiebra.

Cultivos de plátano rentables

Luego de 40 años de apuestas, hace cinco tomaron la decisión de sembrar plátano utilizando la técnica de agricultura regenerativa, la cual les ha permitido reducir costos en un 50 %.

“El suelo es un lugar vivo en el que existen muchos microrganismos que se convierten en el mejor abono y material orgánico para las plantas”, dice Echeverry.

En este caso puntual, cuenta que en los cultivos de plátano aplican rocas con magnesio que, según dice, son más baratas que los abonos y son productos que no elaboran las multinacionales que terminan obteniendo los mayores beneficios.

La siembra de plátano la iniciaron en 20 hectáreas y hoy ya son 90 las hectáreas cultivadas. Echeverry insiste en que se pueden reemplazar los abonos químicos y los fungicidas por materiales orgánicos que permiten obtener rentabilidad y además productos de muy buena calidad.

Microbiología, la clave

“La estrategia se basa en el uso de la microbiología, que no es otra cosa que darle de comer al suelo, dejando de usar los abonos y los fungicidas”, manifiesta Rodrigo Echeverry, quien argumenta que los animales que viven en la tierra han estado siempre allí y son clave en los procesos productivos.

Cuenta que el 30 % de la finca, ubicada en el municipio de Paratebueno, en Cundinamarca, está sembrada con bosques nativos y de los mismos extraen el material orgánico que recogen y luego llevan a la plantación para abonar los cultivos de plátano.

Cuenta Echeverry que estos fertilizantes orgánicos tienen varios meses de preparación y adicionalmente utilizan hongos e insectos para acabar con las plagas.

A través de esta técnica, mientras se bajan los costos se aumenta la mano de obra, lo que les permite generar más empleos para personas de la región. Hoy en total, en estos cultivos los hermanos Echeverry generan 40 puestos de trabajo.

Uno de los objetivos de Grupo Madre Tierra es buscar financiación para pequeños productores con el fin de que trabajen de la misma forma en que lo hace esta empresa y así vincular cada día a más personas a esta alternativa de producción sostenible.

“En este proceso de ensayo y error también hemos trabajado en el mejoramiento de los lotes. Ya no hay lotes feos y son terrenos que van adquiriendo una nueva condición para el desarrollo de los cultivos”, manifiesta.

Dados los resultados, ahora la empresa está en la búsqueda de soporte científico que permita validar los beneficios de cultivar de esta manera no solo para ellos como productores, sino para el medioambiente.

Hoy esta compañía familiar comercializa sus productos orgánicos en grandes superficies como el Grupo Éxito, Olímpica, Ara y Surtifruver, entre otras.