VIII Cumbre de Sostenibilidad

Los mayores responsables del daño ambiental no son quienes más lo padecen: “El norte contaminó y el sur es el que está pagando”

Así lo advirtió Sara Ferrer, representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Colombia, en la VIII Cumbre de Sostenibilidad de SEMANA y SEMANA SOSTENIBLE.

15 de julio de 2025, 3:54 p. m.
VIII Cumbre de Sostenibilidad  Territorios sostenibles 15 de julio de Lugar: El Cubo Colsubsidio, Bogotá
Sara Ferrer, representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Primera proyección de la colección de sonidos del Instituto Humboldt José Agustín López. Bosque Andinoo. Reserva Yotoco,Yotoco, Valle del Cauca. S.O.S por el planeta 10 años del Acuerdo de París, ¿qué ha pasado? Sara Ferrer Representante Residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Colombia | Foto: GUILLERMO TORRES REINA-SEMANA

Sara Ferrer, representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Colombia, participó en la VIII Cumbre de Sostenibilidad, donde presentó un análisis crítico sobre la sostenibilidad global y los desafíos ambientales que enfrenta el planeta.

VIII Cumbre de Sostenibilidad: Territorios Sostenibles

La experta alertó que el modelo actual pone en riesgo la vida humana y pidió un nuevo contrato social y ambiental para garantizar un desarrollo verdaderamente sostenible.

Durante su intervención, Ferrer recordó que el concepto de sostenibilidad surgió en los años ochenta, cuando la ONU definió la necesidad de “satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las de las futuras generaciones”. Sin embargo, señaló que en la actualidad el mundo sigue priorizando un modelo basado en el crecimiento económico con altos costos sociales y ambientales.

“Estamos operando fuera de las fronteras seguras del planeta, comprometiendo las condiciones que hacen posible la vida humana”, afirmó.

La representante del PNUD explicó que el planeta enfrenta tres crisis globales interconectadas: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. Según Ferrer, estas crisis no ocurren de forma aislada, sino que se refuerzan mutuamente y ponen en riesgo los sistemas que regulan la producción de alimentos, el agua y la estabilidad climática.

VIII Cumbre de Sostenibilidad  Territorios sostenibles 15 de julio de Lugar: El Cubo Colsubsidio, Bogotá
“Estamos operando fuera de las fronteras seguras del planeta": Sara Ferrer. | Foto: GUILLERMO TORRES REINA-SEMANA

Datos presentados en su intervención indican que desde 1970 se ha perdido el 69 % de las poblaciones de especies vertebradas y que el 10 % más rico de la población mundial genera el 50 % de las emisiones globales. Además, recordó que más del 90 % de las muertes por desastres gFclimáticos se concentran en países en desarrollo.

“El norte contaminó y el sur está pagando”, enfatizó Ferrer al hablar de la profunda desigualdad ambiental que enfrenta el planeta. Mientras los países industrializados son responsables de más del 70 % de las emisiones de gases de efecto invernadero acumuladas desde la Revolución Industrial, son las naciones en desarrollo —el llamado sur global— las que más sufren las consecuencias. Más del 90 % de las muertes causadas por desastres climáticos ocurren precisamente en estas regiones, donde los sistemas de salud, protección social y seguridad no están preparados para responder a eventos cada vez más extremos y frecuentes.

Esta disparidad refleja una forma de “injusticia ambiental”, en la que el bienestar y la riqueza de algunos países se sostienen sobre la degradación ambiental de otros. Ningún país del mundo, incluida Colombia, ha logrado avanzar hacia un alto índice de desarrollo humano —con niveles elevados de educación, salud e ingreso— sin superar los límites ecológicos del planeta. Hasta ahora, el crecimiento económico ha estado basado en el uso intensivo de combustibles fósiles, la deforestación y la expansión de modelos extractivos. Aunque países como Suecia, Nueva Zelanda, Noruega e Irlanda se acercan al equilibrio, el gran desafío sigue siendo desacoplar el desarrollo del daño ambiental. Ninguna nación, insistió Ferrer, “lo ha logrado completamente.”

En el caso de Colombia, señaló que aunque el país ha mejorado en indicadores de desarrollo humano, enfrenta presiones ambientales significativas, como la deforestación, la degradación de suelos y la amenaza a ecosistemas estratégicos. “El agua no nace del grifo, sino en los ecosistemas que el país debe proteger”, explicó.

Ferrer insistió en la necesidad de transformar el modelo de desarrollo actual. Para ello, propuso integrar la naturaleza dentro del sistema económico, proteger los ecosistemas, reducir emisiones de manera acelerada y planificar territorios y ciudades con criterios de resiliencia.

“La resiliencia no es un lujo, sino una estrategia de supervivencia”, afirmó.

Finalmente, Ferrer llamó a construir un nuevo contrato social y ambiental que permita avanzar hacia un desarrollo humano sostenible. “No basta con diagnosticar las crisis. Se requiere un cambio profundo para garantizar condiciones de vida dignas para las generaciones actuales y futuras”, concluyó.

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