Sostenible
Alerta máxima en el archipiélago de San Andrés por una enfermedad que está atacando los corales
La Reserva de Biosfera Seaflower hizo un llamado a la comunidad y al gobierno para apoyar los tratamientos de infección en los corales afectados.
La Reserva de Biosfera Seaflower, que se encuentra en el archipiélago de San Andrés y Providencia, informó sobre una enfermedad que está afectando los corales de la zona, lo que está preocupando a las autoridades ambientales, que activaron la “alerta máxima” por la alta mortalidad coralina.
A través de un comunicado, la reserva afirmó que la amenaza latente es la Stony Coral Tissue Loss Disease (SCTLD, por sus siglas en inglés), que se trata de una enfermedad que afecta la pérdida del tejido de coralino, lo que incide directamente en los ecosistemas marino-costeros.
“La peligrosa enfermedad coralina es más agresiva que otras enfermedades que afectan corales, ya que se propaga rápidamente por corrientes marinas y por contacto directo, ocasionando altas tasas de infección y mortalidad a más de 25 especies de coral”, explicó la reserva con respecto a la mortalidad de la infección que estaría afectando los corales protegidos.
Además, recalcaron que algunas de las especies afectadas por la enfermedad son aquellas que tienden a formar los arrecifes coralinos, como los corales tipo cerebro, los estrella y los pilar, entre otros, que tienen como característica principal un crecimiento lento y una gran longevidad.
Al parecer, la enfermedad de los corales ha sido considerada tan amenazadora, que está afectando directamente el hábitat de otros organismos, como pargos, meros y langostas; también podría tener un efecto en el turismo, la seguridad alimentaria, la pesca, la protección costera para las comunidades locales, entre otras situaciones, explicó la reserva.
Entre tanto, se explicó que Colombia no es el único país afectado por la enfermedad, sino que otros 25 territorios a lo largo de Caribe estarían enfrentando la misma situación, algunos incluso desde 2014. Sin embargo, la comunidad científica por el momento no ha logrado encontrar una cura para los arrecifes coralinos.
“Algunos tratamientos con antibióticos colocados en los corales afectados muestran altos porcentajes de sobrevivencia, pero son costosos y requieren además de un entrenamiento, una rápida actuación y, al tener cerca del 77 % de las áreas coralinas de Colombia, el reto en el Departamento Archipiélago es gigantesco”, aseveró la reserva en su comunicado.
La reserva encontró que desde marzo del año en curso ha estado presente la enfermedad en los corales protegidos, en abril y junio también se encontró afectaciones, mismas que fueron corroboradas por científicos internacionales.
Sin embargo, desde el 27 de julio, el MinAmbiente, con base en las recomendaciones hechas a nivel organizacional, emitió lineamientos para el control de la situación.
Empero, el 22 de septiembre se encontró la enfermedad directamente en la isla de San Andrés y desde ese momento se han venido haciendo monitoreos a las plantas afectadas, además de haber iniciado pilotos con antibióticos para contener la situación, aunque este sería un tratamiento experimental.
Justamente, este 27 de septiembre se reportó la infección también en el Cayo Bolívar. Además, se identificó que en territorios cercanos, como Panamá y Curazao, también están sufriendo de la misma enfermedad.
“Los manejadores de recursos naturales, y sus socios a lo largo de los países de la región del Gran Caribe, están intercambiando activamente información y compartiendo mejores prácticas acerca del monitoreo de las enfermedades de corales, tratamientos y alcance”, indicaron en la misiva, haciendo referencia a la colaboración científica para el mejoramiento de los arrecifes coralinos.
Por último, hicieron el llamado a la comunidad que reside cerca de la zona para que tome las recomendaciones de seguridad, así como para que informen a las autoridades si reconocen un nuevo caso de la enfermedad para así poner en tratamiento a los corales afectados.