MEDIOAMBIENTE
El mundo ha perdido el 14 % de los arrecifes de coral por cuenta del cambio climático
El cambio climático y otras actividades humanas como el exceso de pesca, el desarrollo y el turismo insostenibles en las zonas costeras, así como la contaminación, tienen bajo amenaza a estos ecosistemas.
El incremento de la temperatura marina le está pasando una costosa factura a los arrecifes de coral. Desde 2009 hasta el momento, el mundo ha perdido el 14 % de estos ecosistemas, es decir, unos 11.700 kilómetros cuadrados.
Así lo advierte un informe publicado este martes por la Red Mundial de Vigilancia de los Arrecifes Coralinos, apoyada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que analiza los impactos ocasionados por la crisis climática, además de las amenazas que generan las actividades del hombre.
Los arrecifes de coral son ecosistemas que se extienden a lo largo de los trópicos y cubren apenas el 0,2 % del lecho oceánico, pero son hogar de más de la cuarta parte de las especies marinas y proporcionan a la humanidad proteínas y componentes básicos para muchos medicamentos que salvan vidas, además de que cientos de millones de personas dependen de ellos para alimentarse, trabajar y protegerse de las tormentas y la erosión.
De acuerdo con la investigación, los corales son el ecosistema que alberga la mayor biodiversidad, lo que los convierte en uno de los más complejos y valiosos del planeta en términos biológicos.
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La actividad del hombre, una amenaza
A pesar de su importancia y la desgracia que supondría su pérdida irreversible de estos ecosistemas, los arrecifes coralinos están muriendo como consecuencia del cambio climático y otras actividades humanas como el exceso de pesca, el desarrollo y el turismo insostenibles en las zonas costeras y la contaminación y acidificación del agua que resulta de todo ello.
El estudio explica que los corales son extremadamente frágiles y vulnerables al cambio climático. Cuando las aguas se calientan demasiado, los corales expulsan microalgas que les dan color y se tornan blancos. Si la decoloración se prolonga o sucede con una frecuencia que no les permite recuperarse, los corales mueren. Es entonces cuando las algas toman su lugar. Esa vegetación se ha incrementado un 20 % en la última década.
Según la investigación, los fenómenos masivos de decoloración de coral son cada vez más frecuentes. El primero que se registró ocurrió en 1998 y acabó con la vida del 8 % de los corales del mundo. Los mayores impactos en esa ocasión se observaron en el océano Índico, Japón y el Caribe.
Según los autores del documento, es “muy probable” que los aumentos rápidos de las temperaturas de la superficie marina se produzcan “con mayor frecuencia a medida que el planeta prosiga su proceso de calentamiento”.
El informe indica que los beneficios económicos de los arrecifes de coral aumentan o disminuyen en función de la salud de esos ecosistemas y afirma que su restauración produciría decenas de millones de dólares, ya que, por ejemplo, el turismo, el desarrollo costero y la pesca comercial que dependen de ellos en la región de Mesoamérica generan cada año unos US$6.200 millones.
“Si los arrecifes siguen desapareciendo en el próximo decenio, su valor anual se desplomará un 50 % en Mesoamérica, pero si se recuperan de aquí a 2030, podrían producir US$8.700 millones anuales”, asegura el estudio.
Aún hay cosas por hacer
A pesar de la crítica situación, el estudio asevera que no es demasiado tarde para salvar a los corales si se actúa de inmediato para frenar el calentamiento de los océanos, la pesca excesiva y la contaminación, y si se mejora la gestión de los litorales fomentando una explotación sostenible de los recursos marinos y un turismo ecológico.
Argumenta que en 2019 los arrecifes recuperaron un 2 % de su cobertura de coral, lo que demuestra que pueden restablecerse.
Esta recuperación indica que los arrecifes de coral aún se muestran resilientes y que, si las presiones que pesan sobre ellos se relajan, tienen la capacidad de restablecerse, potencialmente en cuestión de una década, y volver a ser los arrecifes sanos y florecientes que prevalecían antes de 1998.
El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente de la ONU recuerda que la ciencia es un instrumento muy poderoso que así como impulsó la recuperación de la capa de ozono puede revertir el declive de los océanos y los arrecifes de coral si cuenta con el apoyo de la sociedad en su conjunto.
La agencia de la ONU considera que los esfuerzos ambiciosos y coordinados de los gobiernos, las empresas y las personas pueden prevenir y revertir los peores efectos del deterioro ambiental mediante la transformación de los sistemas de energía, agua y alimentos para que el uso de la tierra y el mar sea sostenible.
El informe divulgado dado a conocer este martes es el más amplio análisis que se ha realizado sobre el estado de salud de los arrecifes del mundo y ha recopilado información de 12.000 sitios en 73 países desde 1978.