Sostenible
Siguen las acciones para proteger al tigrillo lanudo en Colombia, felino que está en la lista de especies amenazadas
Estudios realizados con este fin se desarrollaron en seis zonas de la Cordillera Oriental de los Andes.
En Colombia, diferentes entidades vienen adelantando acciones para ayudar a conservar la fauna y flora en las diferentes regiones del país; sensibilización de la comunidad, protección del medio ambiente, cuidado de los diferentes hábitats de las especies, entre otras, hacen parte de las actividades que se realizan desde diferentes sectores.
En este sentido, el Grupo Energía Bogotá y el Proyecto de Conservación de Aguas y Tierras realizaron un estudio que recoge información científica valiosa sobre la situación del tigrillo lanudo, especie que habita en el centro del país y que se encuentra altamente amenazada, por lo que fue categorizada como vulnerable a nivel mundial.
La revista científica Plos One publicó el estudio realizado por las dos entidades y que fue llamado ‘Identificando qué es lo importante: áreas prioritarias, conectividad y conservación del tigrillo lanudo (Leopardus tigrinus) en Colombia’.
En el análisis sobre la situación de este pequeño felino que adorna la naturaleza colombiana, se registró la “la evaluación más actualizada en Colombia sobre la distribución y el estado de conservación del tigrillo lanudo”.
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Una de las científicas que participó de la investigación, explicó que la alta presencia humana en los territorios que domina el tigrillo son una de las principales amenazas que han llevado a este animal a estar en peligro.
Así mismo, explicó que, debido a esto, la conservación de la especie significa un reto importante para las organizaciones que trabajan en ello, pues se hace necesario el desarrollo de proyectos de infraestructura que garanticen la conectividad del felino con el ecosistema.
“Actualmente, casi toda la información sobre el tigrillo lanudo está restringida a registros ocasionales y observaciones esporádicas, pero sin datos suficientes sobre su ecología, requerimientos de hábitat o estado de conservación”, dijo Teresa Cárdenas Tamayo, bióloga de Transmisión del Grupo Energía Bogotá.
Estas necesidades motivaron el estudio que se realizó con el ánimo de identificar las zonas donde se debe imprimir más fuerza para que los recursos destinados realmente entreguen resultados que garanticen la conservación de las zonas andinas que aún cuentan con protección y donde habita el felino.
Según indicó el Grupo Energía Bogotá, luego de analizar 183 áreas donde habita la especie y 250 corredores, “se estableció que el tigrillo lanudo está potencialmente presente y en condiciones para su existencia en las partes altas de las tres cordilleras del país”.
“El estudio nos permitió identificar la distribución potencial del tigrillo lanudo y las zonas de mayor importancia para su conservación. A partir de allí obtuvimos que solo el 25 % del área de distribución identificada está declarada como protegida, lo que implica mayores retos para conservar las zonas vulnerables, es decir, el 75 por ciento restante”, destacó Cárdenas.
La compañía también señaló que algunas de estas acciones se vienen centrando en Cundinamarca, departamento en el que, según Magda Vargas, bióloga de Transmisión del GEB y quien también hizo parte del estudio, se viene realizando un modelo para proteger a este felino y a otras especies con las que comprarte hábitat.
“Saber dónde está, determinar los polígonos donde duerme, come, transita y se mueve con sus crías, nos permitirá fortalecer la conectividad y desarrollar acciones para su protección. Para el GEB lo primero es la vida en cualquiera de sus manifestaciones, por eso a la par de nuestros proyectos de infraestructura, no escatimamos esfuerzos para desplegar planes y programas encaminados a proteger los ecosistemas y sus individuos, como el tigrillo lanudo”, explicó Vargas.
El estudio, que recientemente fue publicado, fue realizado en 2020, logró 212 registros entre fotos, huellas y otros elementos y estuvo centrado en seis regiones ubicadas en la Cordillera Oriental de los Andes, zonas donde hay presencia confirmada de la especia.
Se estima, según el estudio, que en el país existe una población de al menos 10.300 individuos, cifra que no sería ni el 40% de la que podría vivir en Colombia si su hábitat no estuviera tan transformado por el hombre y los eventos naturales.