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Cóndor andino: estas son las razones por las que es urgente proteger esta especie
Las áreas protegidas se presentan como una herramienta eficaz para proteger a esta especie, cuyo número de ejemplares va en decadencia. WWF hace un llamado para que se actúe ya para evitar su desaparición.
La reciente muerte de tres cóndores andinos en inmediaciones del páramo del Almorzadero y el municipio El Cerrito, en el departamento de Santander, tiene prendidas las alarmas entre expertos y organizaciones ambientales que llaman la atención sobre la necesidad de actuar de manera urgente para evitar la desaparición de esta especie insignia para el país.
En años anteriores se habían hecho observaciones aisladas y sin una metodología estandarizada, lo que impedía tener información certera. Sin embargo, las estimaciones apuntaban a que podía haber entre 130 y 200 ejemplares de la especie en el país.
No obstante, los primeros primeros resultados de esta actividad no son halagadores, pues señalan una aparente reducción en la especie. Se registraron 63 cóndores en el país (avistados en 44 de los 84 puntos dispuestos), y una tendencia leve a favor de los machos. Los avistamientos permitieron determinar que por cada hembra hay 1,3 especímenes del sexo opuesto, lo cual podría afectar los ciclos reproductivos. También se registraron más cóndores adultos que inmaduros, lo que podría indicar una baja tasa reproductiva de la población colombiana.
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Una población en declive
La población mundial de cóndor andino es moderadamente pequeña y es por eso que no es fácil observar a esta ave. Según la clasificación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), su estado actual es Casi amenazado o Vulnerable, pero en Colombia está clasificado En peligro crítico.
Ante esta realidad, WWF Colombia hace un llamado a valorar el aporte que esta especie insignia del país le hace a la naturaleza, al bienestar de los humanos y a la cultura, pues su papel en estos aspectos es protagónico.
Las principales amenazas a las que se enfrenta están dadas por la destrucción de su hábitat, el choque con líneas eléctricas, la caza furtiva y el envenenamiento del que son víctimas, practicado como una medida equivocada para proteger el ganado.
Los cóndores pueden atacar, con muy baja frecuencia, a corderos o cabritos recién nacidos, así como a animales viejos o enfermos, por lo que, a veces, en las comunidades locales se tiene una percepción negativa de su comportamiento.
Clave para los ecosistemas
Al comer carroña, el cóndor juega un rol fundamental en los ecosistemas, brindando beneficios para la salud de los habitantes de esas zonas: reduce la probabilidad de transmisión de enfermedades generadas por patógenos de animales en descomposición; acelera la descomposición de la carroña; y disminuye la presencia de vectores de dichas enfermedades (como roedores y perros).
Así mismo, tiene mucha relevancia cultural para la región: se distribuye en la Cordillera de Los Andes desde Tierra del Fuego a Venezuela, aparece en el escudo nacional de tres países (Colombia, Chile y Ecuador), está presente en leyendas y mitos.
Por esta razón, desde WWF indican que esta posible disminución de la especie debe ser revertida a través de estrategias y acciones integrales para proteger su hábitat y fuente de alimentación, educación a las poblaciones locales y diseño de infraestructura eléctrica que pueda reducir su mortalidad, un trabajo articulado entre diferentes organizaciones y entidades para mejorar la condición de esta especie tan importante para el país.
Durante el censo, la mayoría de los avistamientos se registraron en áreas protegidas o en zonas muy cercanas a éstas. Carlos Mauricio Herrera, Especialista en Áreas Protegidas y Estrategias de Conservación de WWF Colombia., dice que esto demuestra que los esfuerzos de conservación que se adelantan en estos sitios sí están sirviendo para el mantenimiento de las especies y tendrían que ser tenidos en cuenta en el fortalecimiento de las estrategias que se implementen para la conservación de esta especie.