3I/ATLAS esta a pocas horas de cumplir su perigeo, momento que será clave para la investigación científica, algo que se mantiene en diferentes expectativas, pues diferentes investigadores han señalado hipótesis sobre lo que se trata.

En el caso de Avi Loeb, quien ha estado en constantes investigaciones sobre el 3I/ATLAS, enseñando anomalías tipo hipótesis que estarían destacando su probabilidad de que se trata de algún tipo de “tecnología alienígena” basado en propulsores o sondas.
Las 15 anomalías que hacen de 3I/ATLAS un misterio científico
Mañana viernes 19 de diciembre 3I/ATLAS llega a su perigeo y Loeb, en sus investigaciones señaló 15 diferentes anomalías, en las cuales destacó que:
1- Todos los planetas orbitan alrededor del Sol en un mismo “disco” plano llamado plano eclíptico. El 3I/ATLAS, que viene del espacio profundo, pasó por nuestro sistema con una trayectoria que se desvió solo 5 grados de ese plano.
La probabilidad de que esto ocurra por puro azar es de solo 0.2% (1 en 500). Es una coincidencia estadística muy rara. “Esto sugiere que la trayectoria podría haber sido planificada”, destaca Loeb.
2- El objeto interestelar 3I/ATLAS no solo llegó en un momento preciso, sino que su trayectoria lo llevó a pasar a distancias muy específicas de Marte (29 millones de km) y Júpiter (54 millones de km), y además hizo que cuando estuvo más cerca del Sol (perihelio), fuera invisible desde la Tierra.

3- Los cálculos muestran que el 16 de marzo de 2026, 3I/ATLAS pasará a 53,6 millones de km de Júpiter. Eso es casi exactamente el radio de Hill del planeta (53,5 millones de km), que es el límite donde la gravedad de Júpiter domina sobre la del Sol.
“Esta inusual coincidencia podría indicar que 3I/ATLAS pretende lanzar dispositivos tecnológicos en los puntos de Lagrange de Júpiter, donde las necesidades de combustible son mínimas”, destacó el profesor.
4- Las imágenes del Hubble muestran que 3I/ATLAS generó un “chorro” de material diez veces más largo que ancho (muy colimado), que se extendió hacia el Sol un millón de kilómetros.
Loeb destaca que ningún cometa natural hace esto: sus colas son difusas y se alejan del Sol, no chorros finos y rectos apuntando hacia él.

5- Cuando 3I/ATLAS entró en el sistema solar desde muy lejos, su eje de rotación (la línea imaginaria alrededor de la cual gira) apuntaba hacia el Sol con una desviación de solo 8 grados. “La probabilidad de que esto ocurra es del 0,5 %”.
6- El “bamboleo” o oscilación observada en el chorro que apuntaba al Sol revela que su punto de origen (la “base” del chorro en la superficie del objeto) está desplazado solo 8 grados del polo que mira directamente al Sol (su eje más iluminado).
7- El objeto mostró un chorro colimado (estrecho) apuntando hacia el Sol tanto antes como después de pasar cerca de él (perihelio). Para que esto ocurra de forma natural, tendría que tener dos fuentes de chorro casi perfectamente alineadas en polos opuestos de su eje de rotación, cada una con esa probabilidad de 0.5% de estar tan cerca del polo.
8- El objeto tiene dos puntos de origen de chorros (bases) en lados opuestos, cada base solo se activa cuando está en su cara nocturna (de espaldas al Sol).
“Sin embargo, el calor fluiría naturalmente por conducción a través del cuerpo de un cometa natural, lo que dificultaría cumplir con este requisito de aislamiento”.

9- El objeto desvió su trayectoria en el perihelio (debido a la gravedad solar) en un ángulo de 16 grados. Justamente el doble del ángulo de apertura de su chorro colimado (8 grados). Esta relación matemática precisa (16 = 2 × 8) no es una coincidencia trivial.
10- 3I/ATLAS entró en nuestro sistema solar desde una dirección en el espacio que está alineada con solo 9 grados de diferencia respecto al origen de la famosa señal de radio “¡Wow!” detectada en 1977.
11- Tiene mucho más níquel que hierro, en la naturaleza, estos metales suelen ir juntos en proporción similar. Este exceso de níquel es típico de aleaciones humanas como el acero inoxidable.
“Esto podría indicar un origen tecnológico para estas abundancias”, señaló.
12- Solo un 4% de agua en su cola, “mientras que el agua es un componente predominante en los cometas comunes del sistema solar”, asimismo destaca que podría ser un “objeto tecnológico” que solo recogió una finísima capa de hielo en su viaje interestelar.

13- Es demasiado grande y rápido, estadísticamente, es casi imposible que un iceberg natural tan masivo entre en nuestro sistema solar tan seguido.
14- La luz reflejada por el objeto tiene una firma única (polarización extrema negativa) que ningún cometa conocido ha mostrado, ni siquiera el otro visitante interestelar Borisov.
15- Cerca del Sol, brilló mucho más rápido y con un color más azul que cualquier cometa conocido.
“No afirmo que 3I/ATLAS sea tecnológico, sólo afirmo que deberíamos considerar sus anomalías teniendo esta posibilidad en mente”, concluyó el astrofísico a pocas horas del perigeo.










