Ciencia
Agujeros negros devoran estrellas ante los ojos de la Nasa: un hallazgo que permitirá “saber qué buscar en el futuro”
Tres agujeros negros fueron captados por la Nasa mientras devoraban estrellas, en un hallazgo clave para futuras detecciones.

Tres agujeros negros supermasivos fueron identificados por un grupo internacional de científicos gracias al intenso brillo que emitieron mientras devoraban estrellas masivas.
Un hallazgo impulsado por una luz descomunal
La detección fue publicada este miércoles en la revista Science Advances, tras un estudio que documenta uno de los eventos cósmicos más energéticos jamás registrados.
Normalmente invisibles, los agujeros negros solo pueden detectarse cuando interactúan con otros cuerpos celestes. En este caso, al absorber gas, polvo y una estrella masiva entre tres y diez veces más grande que el Sol, los agujeros negros liberaron una radiación tan intensa que brillaron durante varios meses.

De acuerdo con la Nasa, estos eventos produjeron más energía que 100 supernovas, y se han convertido en un nuevo tipo de explosión cósmica clasificada como transitorios nucleares extremos, por su intensidad y por ocurrir en los núcleos galácticos.
Una oportunidad para estudiar galaxias inactivas
Los agujeros negros se encontraban ocultos en el centro de galaxias lejanas, inactivos hasta que una estrella se acercó lo suficiente para ser devorada. Este tipo de fenómenos no solo permiten detectar agujeros negros que normalmente no emiten señales, sino que también ofrecen pistas sobre el entorno galáctico donde ocurren.
“Estos eventos son la única manera de tener un foco que podamos iluminar en agujeros negros masivos inactivos de otra manera”, explica el investigador principal, Jason Hinkle, estudiante graduado de la Universidad de Hawái.
La energía generada y su impacto en las galaxias anfitrionas también son parte central del análisis. “Esto tiene implicaciones para los entornos en los que se producen estos eventos. Si las galaxias tienen estos eventos, son importantes para las propias galaxias”, agrega Hinkle.
Luz como huella dactilar y ventana al pasado cósmico
Detectar un agujero negro mientras devora una estrella no es tarea fácil. La Nasa señala que la clave para identificarlo fue la manera en que la luz en rayos X, ultravioleta y óptica, se encendía y atenuaba con el tiempo. Esa evolución lumínica se comportaba “como una huella dactilar que coincidía” con lo que se espera de un agujero negro alimentándose.
“Lo que me parece tan emocionante de este trabajo es que estamos superando los límites de lo que consideramos los entornos más energéticos del universo”, afirma Anna Payne, científica del Instituto Científico del Telescopio Espacial y coautora del estudio.

Aunque solo el 10 % de los agujeros negros primitivos están activamente alimentándose de gas y polvo, los transitorios nucleares extremos permiten detectar una nueva clase de estos objetos en el universo primitivo.
Emiten su luz principalmente en el espectro ultravioleta, pero debido a la expansión del universo, esta se desplaza hacia el infrarrojo, lo que los hace accesibles a los telescopios terrestres.
Por ello, concluye Payne: “Podemos tomar estos tres objetos como modelo para saber qué buscar en el futuro”. Un paso decisivo para seguir explorando los rincones más oscuros y lejanos del universo.
*Con información de DW.