Tecnología
Antes de decirle adiós al Windows 10, revise si su PC cumple con los requisitos para actualizarlo a Windows 11
Pese a que Windows 10 seguirá activo, la falta de soporte y actualizaciones de seguridad vuelve más propensa a la computadora a fallos y amenazas para usuarios y empresas.
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El 14 de octubre de 2025 fue clave en la historia de Microsoft, y tras casi una década de servicio, Windows 10 culminó oficialmente su soporte oficial, despidiéndose como uno de los sistemas operativos más utilizados del mundo desde su lanzamiento en julio de 2015. Además, se convirtió en una de las versiones más populares y estables de la compañía, acompañando a hogares, empresas y centros educativos.
A partir de ese día, los equipos que continúen usando Windows 10 dejarán de recibir parches de seguridad, correcciones de errores y asistencia técnica directa de Microsoft. Esto implica un riesgo creciente, ya que sin actualizaciones, las computadoras quedarán más expuestas a vulnerabilidades, virus y ataques informáticos, afectando los datos personales como la estabilidad general del equipo.
Frente a este panorama, la compañía recomienda dar el salto a Windows 11, su sistema más reciente y avanzado, diseñado con un enfoque reforzado en el rendimiento y la seguridad. Esta versión ofrece una interfaz más moderna y un entorno optimizado, aunque no todos los equipos son aptos para recibirla.
Para conocer si un dispositivo es compatible, Microsoft pone a disposición la herramienta gratuita ‘Comprobación de estado del PC’, que analiza los componentes y determina en pocos minutos si cumple con los requisitos técnicos para realizar la actualización a Windows 11.

¿Cómo saber si su PC es compatible?
Para instalar Windows 11, es necesario que el equipo cumpla con ciertos requisitos técnicos establecidos por Microsoft. Entre ellos se encuentran un procesador de 64 bits con al menos 1 GHz y dos núcleos, 4 GB de memoria RAM, 64 GB de espacio disponible en el disco, una tarjeta gráfica compatible con DirectX 12 y un firmware UEFI con arranque seguro activado.
Uno de los elementos más importantes es el chip TPM 2.0, encargado de proteger la integridad del sistema mediante funciones avanzadas de seguridad. Además, se requiere una pantalla con resolución mínima de 720p y acceso a internet para completar la instalación y recibir actualizaciones. En el caso de la versión Home, también es obligatoria una cuenta de Microsoft para finalizar la configuración.

Si el computador no cumple con uno o más de estos requisitos, la actualización podría resultar incompatible o generar un funcionamiento inestable. En tales casos, el sistema operativo podría experimentar errores, lentitud o incluso fallos en el arranque.
Para empresas o usuarios que dependan de Windows 10 y no puedan actualizar de inmediato, Microsoft ha dispuesto el programa Extended Security Updates (ESU), un servicio de pago que prolonga la entrega de parches de seguridad durante un periodo limitado, ofreciendo tiempo adicional para planificar una migración segura.
Sin embargo, teniendo en cuenta que Windows 10 fue diseñado hace una década y no se adapta por completo a los estándares modernos de seguridad, rendimiento y compatibilidad, la compañía recomienda valorar seriamente la actualización a Windows 11.
En muchos casos, invertir en un equipo nuevo que cumpla con las especificaciones actuales puede ser una decisión más práctica y duradera, asegurando un entorno informático más estable, protegido y preparado para los próximos avances tecnológicos.


