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Así de fácil puede blanquear la funda amarilla de su celular sin necesidad de gastar dinero comprando productos costosos
La acumulación de suciedad, humo o partículas del ambiente puede impregnar la funda y cambiar su color.

Las fundas de móvil cumplen una doble función: protegen el dispositivo de golpes y arañazos y, al mismo tiempo, reflejan el estilo personal de cada usuario.
Se encuentran en una amplia variedad de colores y materiales, aunque las más comunes —las de silicona o policarbonato transparente— presentan un inconveniente: con el uso tienden a adquirir un tono amarillento y a perder transparencia. La buena noticia es que este problema no es irreversible y puede resolverse con productos caseros.
La solución más sencilla resulta también la más eficaz: lavar la funda con agua y jabón. Aunque pueda parecer un método demasiado básico, a menudo se descarta pensando en alternativas más sofisticadas, cuando en realidad retirar la funda del móvil y sumergirla en agua tibia con jabón suave sigue siendo la forma más segura y efectiva de devolverle claridad.

Para obtener mejores resultados, se recomienda frotar suavemente con un cepillo de dientes de cerdas blandas, poniendo especial atención en los bordes y rincones donde se acumula más suciedad.
Una vez limpia, basta con enjuagarla con agua corriente y secarla con una toalla suave, evitando el uso de papel de cocina o paños ásperos que podrían dejar marcas.
¿Cuáles son los mejores productos para limpiar la funda?
Si este método no resulta suficiente, expertos en accesorios de telefonía móvil como Mundo Xiaomi y Muk Barcelona sugieren recurrir a otras alternativas. El alcohol isopropílico, por ejemplo, es muy eficaz contra las manchas más resistentes, ya que limpia en profundidad sin dañar el material y se evapora rápidamente sin dejar residuos.

Otra opción casera es el vinagre blanco mezclado con agua a partes iguales. Aplicado con un paño y enjuagado después, ayuda a eliminar el tono amarillento y recuperar parte de la transparencia. Algunas personas incluso añaden una pizca de bicarbonato a la mezcla, aprovechando su efecto granulado para lograr una limpieza más profunda.
Por el contrario, el cloro y el agua demasiado caliente están desaconsejados. El uso prolongado de la primera puede deteriorar la funda y volverla quebradiza, mientras que la segunda puede provocar deformaciones que hagan que la carcasa pierda su forma original.
*Con información de Europa Press