Ciencia

Así era el rostro de una mujer que habitó hace más de 10.000 años; “La gente se ríe, tal vez por los nervios”

Científicos y artistas revivieron el rostro de una cazadora-recolectora del Mesolítico.

29 de julio de 2025, 1:23 a. m.
Una figura del pasado revive emociones actuales en Bélgica.
Con plumas y colgantes, una mujer del Mesolítico vuelve a mirar al mundo. | Foto: Nicolas Tucat/AFP

Con ojos azul claro, piel oscura y un gesto que transmite cierta timidez, el busto reconstruido de Margaux, una mujer que vivió hace 10.500 años en lo que hoy es Bélgica, ofrece una imagen impactantemente realista. La figura fue creada en la Universidad de Gante como parte de un ambicioso proyecto para explorar cómo vivían los últimos cazadores-recolectores del periodo Mesolítico en esa región.

La reconstrucción se logró gracias a la colaboración entre científicos y artistas, y se basa en un cráneo excepcionalmente bien conservado, que contenía una gran cantidad de ADN. Esto permitió conocer detalles tan específicos como su edad, entre 35 y 60 años, el tono de su piel y el color de sus ojos.

“Parte del proyecto también es entender la genética de estas personas, descubrir sus vínculos familiares y, además, poder traducir la ciencia que hacemos para un público más amplio”, explicó a la AFP la investigadora principal Isabelle de Groote.

Margaux, entre cazadores-recolectores y genética reveladora

Los análisis genéticos determinaron que Margaux pertenecía al grupo de cazadores-recolectores occidentales. Su aspecto físico, con ojos azules y piel muy oscura, es comparable al del Hombre de Cheddar, un esqueleto hallado en 1903 en Gran Bretaña y datado en unos 10.000 años.

Los hermanos Kennis esculpieron cada músculo facial de esta figura milenaria.
Margaux vuelve a la vida gracias al arte y la ciencia en la Universidad de Gante. | Foto: Lucie Goodayle/Photoshot/picture alliance

“Se sabe que este grupo tenía la piel muy oscura y los ojos azules, un poco como el Hombre de Cheddar en Gran Bretaña”, comentó De Groote. El objetivo del equipo en Gante no se limita a lo visual: los investigadores siguen estudiando a Margaux para descubrir detalles sobre su alimentación y estilo de vida.

El toque humano de los hermanos Kennis

Aunque el ADN brindó pistas esenciales sobre su físico, fue el trabajo de los paleoartistas neerlandeses Alfons y Adrie Kennis lo que hizo posible “revivirla” con un sorprendente nivel de realismo. Desde moldear el cráneo hasta modelar músculos faciales en arcilla y añadir detalles decorativos como la cinta ocre con plumas de pato, cada paso fue ejecutado con precisión.

“La parte más importante de la reconstrucción es darle un carácter”, afirmó Alfons Kennis. “Puedes hacer una reconstrucción forense… usar los datos, aplicar los músculos, poner la piel, pero sin carácter”, explicó. Los Kennis, reconocidos mundialmente desde los años 2000, se toman unos seis meses para completar cada figura.

El rostro de Margaux impacta por su realismo y provoca sonrisas nerviosas.
Apasionados por la evolución y el arte visual desde niños, los hermanos Kennis se inspiran en imágenes antropológicas archivadas de los primeros encuentros entre poblaciones aisladas e investigadores. | Foto: Nicolas Tucat/AFP

Su objetivo no es solo científico, sino también emocional. “En ese primer encuentro hay nerviosismo, timidez. La gente se ríe, tal vez por los nervios”, relató Alfons. “Cuando un antepasado prehistórico te ve por primera vez, ves emociones mezcladas… Esas son las emociones que queremos mostrar”.

Con sus pendientes de dientes perforados, piel dorada y una expresión humana y cercana, Margaux encarna más que un descubrimiento arqueológico: representa un puente entre el pasado remoto y la sensibilidad del presente. “Siempre fue mi deseo poder hacer esto más tangible, de algún modo”, concluyó De Groote.

*Con información de DW.