Ciencia
Así era el rostro de una mujer que habitó hace más de 10.000 años; “La gente se ríe, tal vez por los nervios”
Científicos y artistas revivieron el rostro de una cazadora-recolectora del Mesolítico.

Con ojos azul claro, piel oscura y un gesto que transmite cierta timidez, el busto reconstruido de Margaux, una mujer que vivió hace 10.500 años en lo que hoy es Bélgica, ofrece una imagen impactantemente realista. La figura fue creada en la Universidad de Gante como parte de un ambicioso proyecto para explorar cómo vivían los últimos cazadores-recolectores del periodo Mesolítico en esa región.
La reconstrucción se logró gracias a la colaboración entre científicos y artistas, y se basa en un cráneo excepcionalmente bien conservado, que contenía una gran cantidad de ADN. Esto permitió conocer detalles tan específicos como su edad, entre 35 y 60 años, el tono de su piel y el color de sus ojos.
“Parte del proyecto también es entender la genética de estas personas, descubrir sus vínculos familiares y, además, poder traducir la ciencia que hacemos para un público más amplio”, explicó a la AFP la investigadora principal Isabelle de Groote.
Margaux, entre cazadores-recolectores y genética reveladora
Los análisis genéticos determinaron que Margaux pertenecía al grupo de cazadores-recolectores occidentales. Su aspecto físico, con ojos azules y piel muy oscura, es comparable al del Hombre de Cheddar, un esqueleto hallado en 1903 en Gran Bretaña y datado en unos 10.000 años.
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“Se sabe que este grupo tenía la piel muy oscura y los ojos azules, un poco como el Hombre de Cheddar en Gran Bretaña”, comentó De Groote. El objetivo del equipo en Gante no se limita a lo visual: los investigadores siguen estudiando a Margaux para descubrir detalles sobre su alimentación y estilo de vida.
El toque humano de los hermanos Kennis
Aunque el ADN brindó pistas esenciales sobre su físico, fue el trabajo de los paleoartistas neerlandeses Alfons y Adrie Kennis lo que hizo posible “revivirla” con un sorprendente nivel de realismo. Desde moldear el cráneo hasta modelar músculos faciales en arcilla y añadir detalles decorativos como la cinta ocre con plumas de pato, cada paso fue ejecutado con precisión.
DNA from a 10,000-year-old skull gives this woman a face ⬇️
— The Times and The Sunday Times (@thetimes) June 17, 2025
The remains of the hunter-gatherer were found in the Margaux caves in Belgium in 1988. Now science shows us what she looked like — and offers some surprises https://t.co/PsahIx7fty
“La parte más importante de la reconstrucción es darle un carácter”, afirmó Alfons Kennis. “Puedes hacer una reconstrucción forense… usar los datos, aplicar los músculos, poner la piel, pero sin carácter”, explicó. Los Kennis, reconocidos mundialmente desde los años 2000, se toman unos seis meses para completar cada figura.

Su objetivo no es solo científico, sino también emocional. “En ese primer encuentro hay nerviosismo, timidez. La gente se ríe, tal vez por los nervios”, relató Alfons. “Cuando un antepasado prehistórico te ve por primera vez, ves emociones mezcladas… Esas son las emociones que queremos mostrar”.
Con sus pendientes de dientes perforados, piel dorada y una expresión humana y cercana, Margaux encarna más que un descubrimiento arqueológico: representa un puente entre el pasado remoto y la sensibilidad del presente. “Siempre fue mi deseo poder hacer esto más tangible, de algún modo”, concluyó De Groote.
*Con información de DW.