Estar navegando por internet, realizando tareas importantes, y que de un momento a otro se presenten interrupciones es una situación frustrante que más de una persona ha tenido que enfrentar. Esto resulta especialmente molesto porque puede afectar las actividades cotidianas, tanto a nivel personal como laboral, por lo que contar con una conexión estable se vuelve fundamental.
Si bien este tipo de fallas puede presentarse de manera ocasional, no siempre es normal cuando ocurre con frecuencia. En muchos casos, el problema puede estar relacionado con el proveedor del servicio, lo que provoca afectaciones en toda una zona.
Sin embargo, también puede deberse a una mala ubicación del router o a la presencia de objetos alrededor que impiden que la señal se distribuya de forma uniforme y continua. Por esta razón, lo más recomendable es analizar qué está ocurriendo y tomar medidas oportunas.

Por otro lado, existe una causa que suele pasar desapercibida: una configuración inadecuada del router. Aunque no muchos usuarios lo revisan, este factor puede ser el origen principal de los errores en la conexión. La buena noticia es que se trata de un problema que puede corregirse fácilmente desde casa, con ayuda de un computador y sin necesidad de gastar dinero, siguiendo unos pasos sencillos.

Para ello, es necesario acceder a la configuración del router. Desde el panel de administración —al cual se ingresa escribiendo la dirección IP del equipo en el navegador— es posible modificar parámetros como la potencia de transmisión, el canal de emisión y la banda de frecuencia. Muchos routers permiten ajustar la intensidad de la señal para optimizar el alcance sin generar interferencias innecesarias.
Aunque el equipo tenga la capacidad de ofrecer una señal potente, generalmente viene configurado con un nivel de energía limitado, ya sea para reducir el consumo o minimizar interferencias. Esta configuración termina afectando el alcance y la velocidad del wifi en el hogar, desaprovechando su verdadero potencial.
El primer paso consiste en conectar un celular o PC a la red wifi del router. También es posible hacerlo mediante un cable de red conectado directamente al equipo. Una vez conectado, se debe abrir cualquier navegador web y, en la barra de direcciones, escribir la IP del router. Las más comunes son 192.168.0.1, 192.168.1.1 o 192.168.100.1.

Al ingresar la dirección, aparecerá la pantalla de acceso al panel de administración, donde se debe introducir el usuario y la contraseña del router. Estos datos suelen encontrarse en una etiqueta del equipo o en el manual proporcionado por el proveedor de internet.
Dentro del panel, se debe buscar una sección denominada “wifi”, “wireless” o “red inalámbrica”. En este apartado se encuentra la opción “potencia de transmisión”, desde donde es posible aumentar o reducir la intensidad de la señal según las necesidades del hogar.

En el mismo menú también se puede modificar el canal wifi para evitar interferencias y seleccionar la banda de frecuencia más adecuada: 2,4 GHz para un mayor alcance o 5 GHz para una mejor velocidad. Una vez realizados los ajustes, solo queda guardar los cambios. En algunos casos, el router se reiniciará automáticamente para aplicar la nueva configuración.










