TECNOLOGÍA
Así es el nuevo ‘auto volador’ chino, ¿un juguete para millonarios?
Las empresas han desarrollado nuevas tecnologías en los últimos años.
En el mundo de la tecnología, las innovaciones parecen no tener fin. China, siempre a la vanguardia en desarrollos futuristas, ha presentado recientemente un concepto que parece salido directamente de una película de ciencia ficción: el auto volador.
Aunque el término “auto volador” evoca imágenes de vehículos flotando a través de los cielos, como en el clásico “Regreso al futuro”, lo cierto es que la realidad está comenzando a acercarse a esa visión.
El vehículo que ha capturado la atención internacional es el Xpeng X2, desarrollado por la firma china Xpeng Motors, conocida principalmente por sus vehículos eléctricos.
Este auto volador es un ejemplo claro de cómo las empresas chinas están invirtiendo fuertemente en la creación de nuevos modos de transporte. El Xpeng X2 es un ´aerodino´, un tipo de dron de transporte personal, que es capaz de despegar y aterrizar verticalmente, similar a los helicópteros, pero con la capacidad de ser más ágil y rápido.
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El Xpeng X2 tiene un diseño futurista, con una estructura compacta que recuerda a una mezcla entre un avión y un dron. Este vehículo está alimentado por baterías eléctricas y utiliza múltiples hélices para mantenerse en el aire, lo que le permite volar a una velocidad máxima de aproximadamente 130 kilómetros por hora.
Su autonomía es limitada, con un alcance de alrededor de 35 minutos de vuelo, lo que lo hace adecuado solo para trayectos cortos.
Aunque las capacidades de este vehículo son impresionantes, también presenta varios obstáculos que limitan su uso generalizado.
En primer lugar, el precio. Aunque aún no se ha divulgado de manera oficial, se espera que el Xpeng X2 sea una inversión considerable, que podría situarse en el rango de varios cientos de miles de dólares, lo que lo convierte en un objeto de lujo al alcance de unos pocos.
Esta cifra está lejos de la capacidad adquisitiva de la mayoría de las personas, lo que plantea la pregunta de si el “auto volador” es más un juguete para millonarios que una solución de transporte masivo.
Además de su alto precio, otro desafío importante para estos vehículos es la infraestructura necesaria para su uso. El Xpeng X2 requiere zonas de despegue y aterrizaje especializadas, lo que implica una inversión significativa en la creación de espacios adecuados y seguros para operar estos vehículos.
Por otro lado, la regulación del espacio aéreo y la seguridad en vuelo también son aspectos que deben abordarse antes de que los autos voladores puedan circular de manera masiva. Los gobiernos aún no han establecido marcos regulatorios claros sobre cómo operar estos vehículos en entornos urbanos sin poner en riesgo la seguridad de las personas.
Para que estos autos voladores se conviertan en una opción accesible y práctica para la población general, se necesitarán años de desarrollo, regulación e inversión. Por ahora, parece que seguirán siendo un lujo para unos pocos afortunados.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de SEMANA.