Tecnología
Así pueden sustraer el dinero de las cuentas bancarias en adultos mayores a través del celular
El ‘smishing’ afecta principalmente a adultos mayores con poca experiencia digital.


Una nueva alerta se enciende frente a los métodos de fraude que afectan a personas de la tercera edad, especialmente aquellas que apenas se familiarizan con el uso del celular.
Aunque el hecho que motivó esta nota ocurrió recientemente, lo preocupante es que esta estrategia delictiva sigue activa y puede poner en jaque el patrimonio de los más vulnerables.
Se trata de una forma de engaño que utiliza mensajes de texto como puerta de entrada para robar información confidencial y, con ella, vaciar cuentas bancarias.
La trampa detrás de los mensajes falsos
La estafa comienza con un SMS que aparenta ser enviado por una entidad financiera o una plataforma de pagos. El texto indica que se ha autorizado una transacción, en la cual señalan el monto y adjuntan un enlace que, supuestamente, permite verificar el movimiento.
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Sin embargo, al hacer clic, el usuario no accede a información bancaria legítima, sino a una página creada por delincuentes para capturar datos personales.
SEMANA presenció el caso, tomando las recomendaciones que señalan los expertos.

En el reciente caso, una persona mayor recibió un mensaje a la 1:03 p.m. informando de un supuesto movimiento que no reconocía. Al revisar su saldo, notó que no tenía ni siquiera la mitad del dinero que, en teoría, se había movilizado. Lo más alarmante fue que nunca había realizado tal transacción.
Cuando el afectado acudió a su banco, los funcionarios confirmaron que no existía ningún registro de dicha operación. Además, le explicaron que la cantidad mencionada no correspondía con los fondos disponibles en su cuenta. Esto evidenció que se trataba de un intento de fraude.
Cómo operan los estafadores y por qué es tan efectivo
Según relataron desde la entidad financiera, los enlaces en estos mensajes suelen dirigir al usuario a sitios maliciosos diseñados para capturar credenciales bancarias o instalar software espía. Incluso pueden simular el diseño de plataformas legítimas, lo que hace más fácil caer en la trampa.
En este caso, los criminales suplantaron a una reconocida empresa de tecnología para pagos electrónicos, un truco común que les permite ganar credibilidad ante la víctima.

Esta estrategia puede variar en cada intento de fraude, ya que los ciberdelincuentes adaptan sus mensajes de acuerdo con el nivel de conocimiento digital o la relación que la persona tenga con ciertas instituciones.
La práctica se conoce como smishing, término que combina SMS y phishing, y ha sido ampliamente reportada por entidades bancarias como el Banco de Bogotá y BBVA.
El Banco de Bogotá advierte sobre notificaciones engañosas que simulan premios, multas o emergencias familiares, todas acompañadas de instrucciones para hacer pagos o diligencias urgentes.
Por su parte, BBVA describe una variante donde el mensaje simula una alerta de compra sospechosa y pide llamar a un número falso. Al hacerlo, un supuesto asesor bancario solicita información privada para “cancelar” la operación, lo cual forma parte del engaño.
Cómo evitar caer en esta modalidad de fraude
La recomendación de los bancos y expertos en ciberseguridad es clara: nunca se debe abrir un enlace recibido por mensaje de texto si no se está completamente seguro de su procedencia.
Tampoco se deben proporcionar datos personales o bancarios por teléfono o formularios dudosos. Si se recibe una notificación sospechosa, lo más seguro es acudir directamente al banco o llamar a sus canales oficiales.

En adultos mayores, este tipo de estafa puede tener consecuencias graves, no solo por la pérdida de dinero, sino por el impacto emocional que implica ser víctima de un engaño.
Por eso, es clave acompañarlos en el aprendizaje del uso del celular, enseñarles a identificar señales de alerta y fomentar la desconfianza frente a mensajes inesperados, por más realistas que parezcan. La prevención y la educación digital son, hoy más que nunca, las mejores herramientas para evitar ser presa de los estafadores.