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Así sería el devastador escenario de la Tierra tras un año sin la presencia de la humanidad, según científicos
La Tierra enfrentaría fuertes desafíos tras un mundo sin humanos.
La idea de una Tierra sin la presencia de los seres humanos ha sido tema recurrente en la ciencia ficción, inspirando diversas películas y series que han explorado este intrigante escenario. Imaginar cómo sería el mundo sin nuestra presencia nos puede despertar la curiosidad y plantear preguntas sobre el futuro del planeta.
¿Cómo sería el mundo un año después de la repentina desaparición de todos los humanos? Este es un paisaje post-apocalíptico que va más allá de lo que las producciones cinematográficas han alcanzado a abarcar.
El profesor y experto en planificación urbana, de la Universidad Estatal de lowa, Carlton Basmajian, ha tomado el desafío de explorar y develar las características de un planeta un año después de la repentina desaparición de los humanos.
El experto, a través de su experiencia en la planificación de comunidades y su visión amplia del entorno urbano, ofrece una perspectiva única y cautivadora sobre cómo podrían verse las comunidades y los paisajes sin la influencia humana.
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Si los humanos desaparecieran de repente, el impacto no solo sería visible en el ambiente transformado, sino también en el silencio que envolvía al planeta; según Basmajian, en su columna publicada en el sitio The Conversation.
El primer cambio notable al visitar la Tierra un año después de la extinción humana sería una profunda ausencia de ruido, pues se generaría un impacto sonoro de nuestra especie, al planeta quedarse en absoluto silencio, del mismo modo, la desaparición de los humanos revelaría la verdadera quietud del mundo natural.
Un planeta en silencio
Basmajian destaca que nos daríamos cuenta de cuánto ruido generamos los humanos cuando experimentemos el absoluto silencio que predominará tras nuestra desaparición. Los edificios, vehículos y actividades cotidianas llenan el ambiente con sonidos constantes, que se desvanecerían por completo en un mundo sin nuestra presencia. El contraste entre el bullicio humano y la serenidad natural sería trascendental.
Además, la ausencia de ruido humano permitiría a los ecosistemas recuperar su equilibrio acústico. Los animales, tanto terrestres como marinos, podrían comunicarse y escucharse con mayor claridad. Los sonidos de la naturaleza, como el viento, las olas y la lluvia, se convertirían en los protagonistas de un nuevo paisaje sonoro.
El silencio resultante nos invitaría a reflexionar sobre el ruido que hemos impuesto en el mundo natural. Podríamos comprender el impacto negativo que el ruido urbano tiene en nuestra salud y bienestar, así como en el de los demás seres vivos. Esta teoría podría inspirar medidas futuras para promover una convivencia más armoniosa entre los humanos y la naturaleza.
¿Qué nos espera después de volver a casa?
Tal y como lo señala el profesor, uno de los desafíos que tendríamos que enfrentar tras un año fuera del planeta, es la escasez de agua. Poco valoramos la importancia de este elemento en nuestra vida cotidiana, pues a pesar de tenerlo a tan pocos metros de distancia para beber, cocinar y bañarse, llegará el momento determinado en el que experimentaremos su ausencia en nuestros hogares.
Lo mismo sucede con otros servicios, como la electricidad, pues estas centrales de energía dejarían de funcionar y el suministro de luz, televisión, computadores y demás dispositivos tecnológicos, sería algo imposible.
Por último, Carlton Basmajian advierte que, sin la intervención humana para extinguir los incendios, estos podrían propagarse sin control, causando estragos en el entorno natural y amenazando la infraestructura existente. Estos incendios continuarán su curso hasta que las condiciones atmosféricas o la falta de combustible los extinguieran; generando así un impacto negativo en la biodiversidad y los ecosistemas.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza ’machine learning’ para producir texto similar al humano