Ciencia
Así son las inquietantes criaturas que científicos hallaron en lo más profundo del océano, donde la luz no llega
A casi tres kilómetros de profundidad, científicos hallaron criaturas que prosperan en la oscuridad total del océano.

En una zona remota del océano Pacífico, a unos 2.600 metros de profundidad, científicos de distintas partes del mundo han identificado una comunidad de organismos que hasta ahora se creía imposible en esas condiciones.
Se trata de una variedad de gusanos tubícolas gigantes, conocidos como Riftia pachyptila, que prosperan en el subsuelo marino, completamente aislados de la luz solar y a temperaturas sorprendentemente cálidas para su entorno.
Enfoque en el hallazgo científico
La investigación, liderada por las biólogas Monika Bright, de la Universidad de Viena, y Sabine Gollner, del Instituto Real de los Países Bajos para la Investigación Marina, fue publicada recientemente en la revista Nature Communications. El hallazgo pone en duda conceptos previos sobre las limitaciones biológicas en zonas profundas del océano, especialmente en regiones alejadas de las tradicionales fuentes hidrotermales visibles.

La exploración se desarrolló a bordo del buque Falkor, del Instituto Oceanográfico Schmidt, con el apoyo del vehículo submarino no tripulado SuB-astian. Este robot permitió levantar fragmentos de basalto en una zona de intensa actividad geológica, revelando cámaras subterráneas donde habitan estas criaturas. Lo más asombroso es que, pese a estar a casi tres kilómetros bajo la superficie y completamente a oscuras, estas cavidades alcanzan temperaturas de hasta 24 grados centígrados, gracias al calor que emana del interior terrestre.
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Los gusanos descubiertos presentan una peculiaridad: no poseen ni boca ni sistema digestivo. Su supervivencia depende de una relación simbiótica con bacterias quimiosintéticas que viven dentro de ellos y transforman los compuestos químicos del entorno (como el sulfuro de hidrógeno) en nutrientes esenciales.
Este tipo de asociación ya se había observado en zonas más superficiales de respiraderos volcánicos, pero es la primera vez que se detecta bajo la corteza oceánica.
Nuevas preguntas sobre la vida en condiciones extremas
Hasta ahora se creía que solo los microorganismos podían resistir las condiciones químicas y térmicas del subsuelo marino.

Sin embargo, este estudio sugiere que organismos más complejos también pueden establecerse allí, creando nichos ecológicos insospechados. La hipótesis de las autoras plantea que el fondo oceánico podría contener una red de hábitats interconectados por grietas térmicas, actuando como corredores biológicos donde prospera la vida oculta.
Este descubrimiento no solo redefine los límites de la biología marina, sino que también abre nuevas vías para explorar la posibilidad de vida en otros planetas con condiciones similares a las del fondo marino terrestre.