Ciencia
Científico dijo que la Luna será determinante este viernes para saber si 3I/ATLAS es un cometa o “propulsores tecnológicos”
La cercanía de 3I/ATLAS con la Tierra coincide con un momento ideal para observarlo sin interferencias en el cielo.
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3I/ATLAS ha traído diferentes expectativas en el cierre de este 2025 y ha dado lugar a posturas encontradas, para buena parte de la comunidad científica, se trata de un cometa con comportamientos particulares, explicables por su origen fuera del Sistema Solar.
Para otros en cambio, podría tratarse de una tecnología de origen desconocido, una posibilidad que mantiene abierto el misterio sobre qué estaría haciendo este objeto en nuestro entorno espacial, algo que según la vista científica estaría por resolverse este próximo viernes 19 de diciembre.
Un visitante que divide posturas
Desde su detección, 3I/ATLAS ha sido interpretado de formas distintas, la explicación que apuntan diferentes científicos es que se trata de un cuerpo helado errante, con comportamientos atípicos debido a su origen lejano,
Sin embargo, una corriente alternativa sostiene que sus características no encajan del todo con lo esperado para un cometa convencional.

Avi Loeb, profesor de la Universidad de Harvard, es uno de los científicos que mantienen la hipótesis de que 3I/ATLAS se trata de tecnología extraterrestre, señalado múltiples irregularidades en su comportamiento.
Según su planteamiento, las anomalías que ha observado podrían sugerir la presencia de un mecanismo artificial, una idea que va desde una supuesta “nave nodriza” hasta sistemas de impulso avanzados.
El papel decisivo de la Luna nueva el viernes 19 de diciembre
Durante una entrevista reciente con el canal estadounidense NEWSMAX, Loeb explicó que el viernes 19 de diciembre será una fecha determinante.
Ese día, 3I/ATLAS alcanzará su mayor cercanía con la Tierra y el astrofísico señala que coincidirá con la fase de Luna nueva, un factor que será clave para la observación astronómica, pues su ausencia de brillo lunar permitirá obtener imágenes más limpias y precisas desde numerosos puntos del planeta.
“Es una coincidencia muy afortunada que la luna nueva coincida con el 19 de diciembre, cuando 3I/ATLAS esté más cerca, así que no habrá luz lunar que contamine las imágenes”, señaló Loeb.

El científico destacó que cientos de observatorios, junto con instrumentos espaciales como el telescopio James Webb y el Hubble, apuntarán sus sensores hacia el objeto.
Loeb destaca que el misterio del 3I/ATLAS podría solucionarse en su aproximación a la Tierra:
“Lo que yo espero, en particular, es conocer la velocidad del gas en los chorros que vemos alrededor de 3I/ATLAS, uno de ellos apunta hacia el Sol, lo cual es muy sorprendente y no es algo común”.
La atención estará puesta en unos flujos de gas detectados alrededor de 3I/ATLAS, uno de los cuales parece dirigirse hacia el Sol, un comportamiento poco habitual.
Analizar su velocidad y composición podría resolver si se trata simplemente de hielo evaporándose por el calor solar o de “propulsores tecnológicos”.
“Si conocemos la velocidad y la composición de esos chorros, podremos determinar si se trata simplemente de bolsillos de hielo que se subliman al exponerse a la luz solar, o quizá de propulsores tecnológicos”, advirtió el profesor.
El paso cercano de este cuerpo interestelar a la Tierra podría despejar dudas que hoy alimentan teorías extremas y devolver el fenómeno al terreno de lo conocido.

