Ciencia
Científicos advierten sobre cambio importante: el núcleo de la Tierra podría estar modificando el clima y la duración de los días
Dichas modificaciones generan inquietud en la comunidad científica, ya que estarían influyendo en procesos naturales.

El núcleo terrestre sigue considerándose, por los geólogos, como un misterio fascinante, pues no solo guarda las claves sobre el origen del planeta, sino que también explica fenómenos actuales que afectan la vida en la superficie.
A medida que se afinan las investigaciones, los expertos siguen descubriendo variaciones en su estructura y comportamiento que podrían estar relacionadas con cambios en el campo magnético de la Tierra.
Dichas modificaciones generan inquietud en la comunidad científica, ya que estarían influyendo en procesos naturales que van desde la orientación de las aves migratorias hasta la protección del planeta frente a la radiación solar.
El hecho de que el centro de la Tierra esté compuesto principalmente de hierro y níquel no significa que sea estático; al contrario, su constante movimiento y transformación dan lugar a un sistema complejo en el que cada cambio tiene repercusiones globales.
En este contexto, un grupo de expertos en geofísica del Instituto Federal Suizo de Tecnología de Zúrich (ETH) plantearon una explicación sobre las alteraciones que se han observado en el núcleo terrestre.
Según sus estudios, estos cambios estarían vinculados con los desplazamientos de la porción líquida compuesta principalmente por hierro fundido. Aunque la estructura del núcleo permanece estable en términos generales, la interacción de esta masa en movimiento tendría un efecto notable sobre el equilibrio interno del planeta.

Los investigadores sostienen que dicho desplazamiento actúa como una especie de freno sutil en la rotación de la Tierra, fenómeno que ya había sido sugerido hace casi dos décadas, pero que solo ahora se pudo corroborar gracias a herramientas de medición más precisas.
Una de las repercusiones más llamativas de este hallazgo es el alargamiento de la duración de los días, aunque el cambio es mínimo: apenas unos milisegundos a lo largo de un milenio. Aun así, este descubrimiento abre nuevas líneas de estudio sobre la dinámica interna del planeta y sus efectos a largo plazo.
En el corto plazo, los expertos advierten que estas variaciones internas podrían tener repercusiones en el clima terrestre, fenómeno que algunos investigadores describen como una especie de “transpiración” del planeta.

Por ello, para evaluar estas posibilidades, el equipo científico recurrió a registros magnéticos obtenidos tanto en capas geológicas antiguas como en muestras más recientes, además de información histórica recopilada a partir de fenómenos astronómicos, como los eclipses. Todo este material permitió establecer vínculos entre los movimientos del núcleo y sus eventuales consecuencias en la superficie.
Asimismo, el análisis se apoyó en técnicas avanzadas, entre ellas el uso de redes neuronales, lo que facilitó filtrar y comparar grandes volúmenes de datos. Gracias a esta metodología, descubrieron que el papel del agua y del hielo en la dinámica terrestre resulta menos determinante de lo que antes se creía.
En contraste, los desplazamientos del hierro fundido en el interior del planeta parecen tener un peso considerable en la variación de la rotación, lo cual abre nuevas perspectivas sobre la verdadera influencia del núcleo en los procesos globales.
Finalmente, los resultados obtenidos por los científicos permitieron determinar que la estructura central de la Tierra no es inmutable, sino que está en constante transformación. Estos ajustes generan ligeras variaciones en la velocidad de rotación, imperceptibles para la vida cotidiana, pero de gran interés para comprender el futuro del planeta.