Ciencia
Científicos detectan pistas clave del 3I/ATLAS que podrían revelar secretos sobre la composición del cometa interestelar
Las observaciones en rayos X son especialmente eficaces para detectar gases como hidrógeno y nitrógeno, que son casi invisibles para telescopios ópticos y ultravioleta.
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El observatorio espacial de rayos X XMM-Newton, de la Agencia Espacial Europea (ESA), ha observado el cometa interestelar 3I/Atlas durante aproximadamente 20 horas. Durante ese periodo, el cometa se encontraba a una distancia estimada de entre 282 y 285 millones de kilómetros de la nave.
Las observaciones se realizaron con la European Photon Imaging Camera (EPIC)-pn, el instrumento de rayos X más sensible de XMM-Newton, según informó la ESA.
La imagen obtenida muestra al cometa emitiendo rayos X de baja energía. En ella, el color azul representa el espacio prácticamente vacío, con una presencia mínima de rayos X, mientras que el rojo resalta el brillo generado por el cometa.

Los astrónomos esperaban detectar este fenómeno, ya que cuando las moléculas de gas liberadas por el cometa colisionan con el viento solar, se produce emisión de rayos X.
Estas emisiones pueden originarse por la interacción del viento solar con gases como vapor de agua, dióxido de carbono o monóxido de carbono, compuestos que ya han sido identificados por telescopios como el James Webb de la NASA/ESA/CSA y el SPHEREx de la NASA.
No obstante, los rayos X son especialmente sensibles a gases como el hidrógeno (H₂) y el nitrógeno (N₂), que resultan prácticamente invisibles para instrumentos ópticos y ultravioleta, como las cámaras del Telescopio Espacial Hubble de la NASA/ESA o la misión JUICE de la ESA.
Esto convierte a las observaciones en rayos X en una herramienta científica de gran valor, ya que permiten detectar y analizar gases que otros instrumentos no pueden identificar con facilidad.

Diversos equipos científicos sostienen que el primer objeto interestelar detectado, 1I/‘Oumuamua, descubierto en 2017, podría haber estado compuesto por hielos exóticos, como nitrógeno o hidrógeno.
Aunque ‘Oumuamua se encuentra actualmente demasiado lejos para ser estudiado, 3I/Atlas ofrece una nueva oportunidad para analizar un objeto interestelar. En este contexto, las observaciones en rayos X complementarán otros estudios y ayudarán a los científicos a comprender mejor su composición.
*Con información de Europa Press

