Ciencia
Científicos respondieron a una pregunta milenaria de higiene: ¿es mejor ducharse de día o de noche?
La eterna duda sobre ducharse de día o de noche fue respondida por científicos desde la microbiología y dermatología.

Esta discusión seguramente ha surgido en alguna conversación cotidiana: ¿qué momento es mejor para tomar una ducha, al iniciar el día o al terminarlo?
Mientras algunos defienden la ducha matutina para activar cuerpo y mente, otros prefieren la ducha nocturna para acostarse limpios y relajados. Pero, ¿qué dice la ciencia al respecto?
La función esencial de la ducha: más que un simple placer
Antes de elegir el mejor momento para ducharse, es importante comprender para qué nos duchamos. Más allá de la sensación placentera, la ducha cumple un rol higiénico crucial: elimina suciedad, grasa y sudor de la piel, previniendo erupciones e infecciones.
También es clave para controlar el olor corporal, que no es causado directamente por el sudor, sino por bacterias que lo descomponen, liberando compuestos olorosos. Como explica la Dra. Primrose Freestone, profesora titular de Microbiología Clínica de la Universidad de Leicester, “como microbióloga, soy partidaria de la ducha diurna”.
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Añade que es un malentendido común pensar que el sudor causa mal olor por sí mismo. En realidad, el sudor fresco es inodoro. Son las bacterias que viven en nuestra piel, especialmente los estafilococos, las que utilizan el sudor como fuente de nutrientes.
Al descomponerlo, liberan compuestos con azufre llamados tioalcoholes, responsables de ese característico y poco agradable olor corporal.
Microbiología e higiene: ventajas de la ducha matutina
Durante el día acumulamos contaminantes, alérgenos, sudor y grasa que, si no se eliminan, se transfieren a las sábanas. Por eso, la ducha nocturna parece lógica para muchos. Sin embargo, la ducha matutina tiene beneficios importantes.
Freestone señala que seguimos sudando mientras dormimos independientemente de la temperatura, y los microbios aprovechan estos nutrientes. También desprendemos células muertas que alimentan ácaros del polvo, cuyos excrementos pueden causar alergias y agravar el asma”.
La ducha al despertar ayuda a eliminar esos residuos acumulados durante la noche, dejando el cuerpo más limpio y reduciendo el sudor disponible para que las bacterias generen olor. Así, comenzamos el día con un aroma más fresco y duradero.
Visiones dermatológicas: una cuestión de preferencias personales
El Dr. Alok Vij, dermatólogo de la Cleveland Clinic, ofrece una mirada más flexible sobre el tema: “No hay una respuesta definitiva para toda la población sobre si ducharse por la noche o por la mañana, pero para cada persona suele haber una respuesta correcta. Y todo se basa en las preferencias”.
No obstante, Vij confiesa su inclinación personal: “Me ducho por la mañana para despertarme de verdad, para sentirme vivo. No me siento yo mismo si empiezo el día sin tener la cara limpia y recién fregada”.

Además, argumenta que la ducha matutina prepara la piel para productos de cuidado diario y puede ayudar a combatir el acné, ya que la grasa acumulada en el cuero cabelludo durante la noche se puede apelmazar con la presión de la almohada.
Por otro lado, la ducha nocturna también tiene beneficios claros, facilita el sueño y forma parte de las rutinas recomendadas por la Sociedad de Dermatología Pediátrica y la Academia Americana de Pediatría para niños. Además, elimina restos de productos usados durante el día, como protector solar.
Recomendaciones para una ducha óptima: calidad antes que horario
Más allá del momento, los expertos coinciden en la importancia de la calidad del baño. El Dr. Vij recomienda duchas cortas, entre cinco y diez minutos, con agua templada para evitar resecar la piel.
También aconseja usar limpiadores suaves que no dañen el manto ácido natural y evitar productos con fragancias o conservantes irritantes. Un paso clave es hidratar la piel justo después de la ducha, cuando aún está húmeda, para sellar mejor la humedad.

¿Entonces, cuándo es mejor ducharse?
Aunque los expertos tienden a favorecer la ducha matutina por razones microbiológicas y dermatológicas, también destacan que la elección es personal.
Como concluye el Dr. Vij: “Experimenta para encontrar tu versión favorita de ti mismo. Si siempre te has duchado por la mañana, prueba lo contrario durante una semana y comprueba cómo te hace sentir. Y si te hace sentir genial, sigue con ello. Y si no, regresa a lo mismo”.
La limpieza de las sábanas: un detalle fundamental
Independientemente de cuándo se duches, la limpieza de la ropa de cama es esencial para mantener una buena higiene.
La Dra. Freestone aconseja lavar sábanas y fundas al menos una vez por semana para eliminar sudor, bacterias, células muertas y grasa acumuladas, además de esporas de hongos y otros nutrientes para microbios.

*Con información de DW.