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Científicos señalan que el máximo solar es anti Starlink: cientos de satélites de Musk mueren hacia la Tierra

El máximo solar acelera la caída de satélites Starlink, alertan científicos.

4 de junio de 2025, 3:08 a. m.
La NASA detecta reingresos anómalos en satélites Starlink por clima espacial.
El Sol amenaza la constelación Starlink con reingresos imprevistos. | Foto: Getty Images

En el marco del actual ciclo solar, cuyo punto máximo se registró en octubre de 2024, científicos espaciales han identificado un patrón inquietante: el incremento de tormentas solares está afectando significativamente la estabilidad y vida útil de los satélites Starlink, desarrollados por la empresa SpaceX.

Las observaciones sugieren que la intensidad geomagnética generada por el Sol no solo está interfiriendo con la calidad del servicio de internet satelital, sino también provocando que estas estructuras tecnológicas reingresen a la atmósfera antes de lo previsto.

Esta situación ha sido advertida por un grupo liderado por el investigador Denny Oliveira, del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA, quienes han estado monitoreando el comportamiento orbital de estos dispositivos desde 2020.

Sus conclusiones indican que los cambios atmosféricos inducidos por el Sol han desencadenado un deterioro más acelerado de los satélites.

Más de 500 satélites afectados en solo cinco años

Según los datos analizados por el equipo de Oliveira, entre 2020 y 2024, un total de 523 satélites de la constelación Starlink descendieron hacia la Tierra.

Aunque el diseño de estos artefactos prevé una duración promedio de cinco años en órbita, señaló le dijo Oliveira al portal Gizmodo, además, los episodios de intensa actividad solar están acortando ese ciclo vital en varios días.

Las antenas satelitales en Córdoba fueron compradas, no donadas.
Expertos vinculan el deterioro de Starlink con el reciente auge solar. | Foto: Getty Images - AP

En casos de tormentas severas, el desgaste puede provocar una reducción de hasta 12 días en su permanencia en el espacio.

Para llegar a estas conclusiones, los expertos utilizaron métodos estadísticos capaces de identificar patrones en la degradación orbital de los satélites. Su análisis revela que las perturbaciones atmosféricas causadas por las erupciones solares aumentan la densidad de la atmósfera superior, incrementando el rozamiento y acelerando la caída de los aparatos.

Riesgos en tierra y cuestionamientos sobre seguridad espacial

Aunque los satélites de Starlink están programados para desintegrarse casi por completo durante su reingreso, este proceso no siempre ocurre según lo esperado.

En abril de 2024, un fragmento de 2,5 kilogramos sobrevivió a la combustión y terminó impactando en una finca en Saskatchewan, Canadá. Este hecho generó preocupación entre especialistas y reavivó el debate sobre los protocolos de seguridad vinculados a las megaconstelaciones en órbita baja.

Fotos de la semana 5 abril
Más de 500 satélites Starlink han reingresado por efectos solares. | Foto: REUTERS

Los documentos de SpaceX indican que, en condiciones normales, cerca del 95% de cada satélite se desintegra durante su descenso, mientras que el porcentaje restante está diseñado para caer en zonas remotas o en el océano.

No obstante, el creciente número de dispositivos que pierden altura de manera imprevista debido a fenómenos solares podría alterar esos cálculos y aumentar la probabilidad de incidentes en zonas habitadas.

Una red bajo presión en medio del auge solar

El propio Elon Musk reconoció en 2024 que las condiciones solares habían representado un desafío técnico importante para la infraestructura de Starlink.

A pesar de ello, aseguró que la red había logrado mantenerse funcional. Sin embargo, los estudios emergentes sugieren que la presión geomagnética continuará en ascenso conforme el ciclo solar se acerque a su declive, con nuevas tormentas que podrían seguir alterando la órbita de los satélites.

En un contexto en el que las comunicaciones por internet dependen cada vez más de tecnologías espaciales, el comportamiento del Sol se convierte en un factor clave para la sostenibilidad de estas redes. Por ahora, el debate se centra en cómo mitigar los efectos del clima espacial y garantizar que la próxima generación de satélites pueda resistir los embates solares sin comprometer su misión ni la seguridad en la Tierra.