Tecnología
Cómo elegir una batería portátil de calidad para cargar el computador cuando no hay energía eléctrica
Elegir correctamente una batería externa mejora la productividad y brinda libertad para trabajar desde cualquier lugar.

En un contexto donde la movilidad laboral y académica se ha vuelto una necesidad, los dispositivos portátiles se posicionan como herramientas fundamentales. Sin embargo, su autonomía limitada continúa representando un desafío para quienes pasan largas jornadas fuera del hogar o la oficina.
Frente a esta realidad, las baterías externas para laptops se han consolidado como una solución práctica y eficiente. No obstante, al momento de adquirir una, resulta clave considerar ciertos factores para garantizar una compra funcional y adecuada.
¿Qué es una batería externa?
Se trata de un dispositivo portátil capaz de almacenar energía eléctrica, permitiendo la recarga de equipos electrónicos sin necesidad de conexión directa a una fuente de corriente. Funciona como una batería adicional que puede transportarse y utilizarse cuando la batería principal del equipo se agota.

1. Compatibilidad con el equipo
El primer aspecto a considerar es la compatibilidad. No todas las baterías externas funcionan con los mismos modelos de computadores portátiles, debido a las diferencias en el voltaje de entrada y el tipo de conector. Algunas se conectan mediante puertos USB-C con tecnología Power Delivery (PD), mientras que otras requieren conectores específicos o adaptadores.
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2. Capacidad de almacenamiento
La capacidad, expresada en miliamperios-hora (mAh) o vatios-hora (Wh), determina cuánta energía puede almacenar la batería externa. Para laptops, se recomienda optar por modelos de al menos 20.000 mAh (o 72 Wh). Aquellos con capacidades superiores, como los de 30.000 mAh o más, ofrecen una autonomía considerablemente mayor.
3. Potencia de salida
Además de la capacidad, la potencia de salida —medida en vatios (W)— es un factor crucial. La batería debe ser capaz de ofrecer una salida igual o superior a la potencia requerida por el cargador original del equipo.
Por ejemplo, si el cargador entrega 65 W, la batería debe proporcionar al menos esa misma cantidad. Los modelos con soporte para USB-C Power Delivery suelen alcanzar salidas de 60 W, 100 W o más, lo que permite su compatibilidad con una amplia gama de laptops modernas.
4. Puertos y versatilidad
El número y tipo de puertos disponibles también influyen en la versatilidad del dispositivo. Algunas baterías incluyen múltiples salidas USB-A, USB-C e incluso salidas de corriente directa, lo que permite cargar no solo computadores, sino también smartphones, tablets o cámaras.

5. Peso y portabilidad
Dado que se trata de un accesorio destinado a acompañar a un equipo móvil, la portabilidad resulta esencial. Las baterías de mayor capacidad tienden a ser más pesadas y voluminosas. Por ello, es conveniente encontrar un equilibrio entre autonomía y tamaño, en función de las necesidades específicas de cada usuario. Para quienes viajan con frecuencia o trabajan en movimiento, una batería liviana y compacta puede marcar una gran diferencia.
6. Seguridad y certificaciones
La calidad del producto también incide directamente en la seguridad del usuario. Una batería deficiente no solo puede fallar, sino que podría representar un riesgo. Es indispensable verificar que el dispositivo cuente con protecciones contra sobrecargas, cortocircuitos y sobrecalentamiento, así como con las certificaciones correspondientes.
En definitiva, estos factores son determinantes para asegurar un accesorio útil, duradero y seguro. Una elección acertada no solo incrementa la productividad, sino que también brinda mayor libertad y confianza para desempeñar actividades desde cualquier lugar.