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Con este sencillo método podrá saber si un cable eléctrico es de buena o mala calidad para evitar un cortocircuito en casa

Elegir materiales certificados, resistirse a las opciones más económicas y acudir a técnicos especializados son pasos esenciales para evitar consecuencias graves.

Valentina Castañeda Sierra

Valentina Castañeda Sierra

Periodista en Semana

21 de julio de 2025, 1:59 a. m.
Uno de los peligros más comunes al utilizar cables de mala calidad es el sobrecalentamiento.
Uno de los peligros más comunes al utilizar cables de mala calidad es el sobrecalentamiento. | Foto: Getty Images

El sistema de cableado eléctrico en una vivienda representa un componente crucial que no debe ser subestimado, especialmente cuando se contempla una remodelación integral. La elección de materiales de baja calidad puede comprometer seriamente la seguridad de los ocupantes, al aumentar el riesgo de incidentes como cortocircuitos, los cuales pueden derivar en incendios u otros accidentes de mayor gravedad, generalmente como consecuencia de procedimientos inadecuados o instalaciones defectuosas.

Este conjunto de cables desempeña un rol esencial: permite la circulación de corriente eléctrica que alimenta desde electrodomésticos hasta sistemas de iluminación y equipos electrónicos. A pesar de que suelen estar ocultos tras muros o techos, los conductores eléctricos son elementos fundamentales para garantizar una operación segura y eficiente del sistema eléctrico domiciliario. Por esta razón, su calidad no debe pasarse por alto.

Un cable eléctrico puede parecer un componente simple, pero su elección correcta y segura es crucial para prevenir accidentes.
Un cable eléctrico puede parecer un componente simple, pero su elección correcta y segura es crucial para prevenir accidentes. | Foto: Getty Images

El cableado eléctrico está conformado principalmente por un conductor, que suele ser de cobre o aluminio, recubierto por un material aislante que impide el contacto directo con personas u objetos. Mientras el conductor se encarga de transportar la electricidad desde la fuente hasta los puntos de consumo, el aislante previene fugas de corriente y protege contra descargas o cortocircuitos.

En el mercado se encuentran disponibles múltiples tipos de cables, los cuales difieren en grosor, capacidad de carga, características del aislamiento y resistencia frente a factores externos como la humedad o las altas temperaturas. Sin embargo, no todos los productos disponibles cumplen con las exigencias establecidas por la normativa eléctrica vigente. Optar por opciones de menor costo y calidad deficiente representa un riesgo latente tanto para la estructura física del inmueble como para quienes lo habitan.

En este contexto, verificar la composición del cableado se convierte en una medida preventiva clave. Tal como lo señala el medio especializado Computer Hoy, los tipos de cable más utilizados son los de cobre y los de aleación de aluminio. El primero se destaca por su alta eficiencia y baja resistencia eléctrica, mientras que el segundo es más liviano y económico, aunque ofrece un rendimiento inferior.

Para diferenciar ambos materiales, es posible recurrir a una sencilla prueba. El primer paso consiste en retirar con cuidado el recubrimiento plástico del cable, a fin de dejar al descubierto el núcleo metálico. Una vez expuesto, se recomienda aplicar una fuente de calor moderada, como la llama de un encendedor, para observar la reacción del metal.

Los cables de mala procedencia suelen tener conductores más delgados de lo que indica su etiquetado.
Los cables de mala procedencia suelen tener conductores más delgados de lo que indica su etiquetado. | Foto: Getty Images

El comportamiento del conductor frente al calor ofrece pistas sobre su composición. En el caso del cobre puro, este apenas sufre alteraciones visibles, salvo un leve oscurecimiento superficial. Por el contrario, si se trata de una aleación de aluminio recubierta de cobre —conocida como alucobre—, el calor revelará un tono plateado bajo la capa externa, lo que permite confirmar que no se trata de cobre sólido.

Este tipo de comprobaciones puede marcar una diferencia importante a la hora de tomar decisiones informadas y seguras en torno a la instalación eléctrica del hogar.

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