Tecnología
Consejos clave para cargar un iPhone nuevo por primera vez y no afectar el rendimiento de la batería
Implementar esta configuración desde el primer uso es clave para prolongar la vida útil del dispositivo.

La compra de un nuevo teléfono representa una experiencia cargada de expectativa, emoción y satisfacción personal. Más allá de renovar un dispositivo esencial para la vida cotidiana, este proceso permite acceder a nuevas funcionalidades que transforman la manera de comunicarse, trabajar y entretenerse.
Desde el momento en que se toma la decisión de adquirir un nuevo equipo hasta el instante de desempaquetarlo, se despiertan sensaciones vinculadas al interés por la tecnología, el deseo de actualización y la búsqueda de una experiencia optimizada. Sin embargo, en medio de este entusiasmo, es fundamental actuar con criterio, ya que errores cometidos desde el inicio pueden afectar el funcionamiento del dispositivo y acortar su vida útil.
Uno de los aspectos más relevantes tras la compra, especialmente en el caso del iPhone, es la forma adecuada de realizar su primera carga. Seguir las recomendaciones indicadas no solo permite optimizar el rendimiento del equipo, sino también proteger los componentes internos de su batería.

Apple señala que el iPhone cuenta con una batería interna de iones de litio recargable, considerada actualmente como una de las más eficientes para dispositivos móviles. A diferencia de tecnologías tradicionales, estas baterías son más livianas, se cargan más rápido, ofrecen mayor duración y presentan una densidad de potencia superior, lo que contribuye a maximizar su vida útil.
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Al encender un iPhone por primera vez, puede utilizarse sin inconvenientes aunque no se encuentre completamente cargado. No obstante, si el nivel de batería es inferior al 20 %, se recomienda conectarlo al cargador antes de iniciar procesos como la configuración inicial o la descarga de aplicaciones, los cuales demandan un consumo considerable de energía.
Para asegurar una carga segura y eficiente, la compañía recomienda utilizar el cable y el adaptador incluidos en la caja del dispositivo. En caso de no contar con ellos, deben emplearse accesorios certificados con el sello “Made for iPhone” (MFi). Además, el dispositivo admite carga rápida siempre que se utilice un adaptador de al menos 20 W con conector USB-C.
Contrario a lo que suele creerse, no es necesario cargar el iPhone al 100 % en su primera conexión ni representa un riesgo utilizarlo mientras se encuentra conectado. Las baterías de estos dispositivos están diseñadas para soportar ciclos de carga parciales sin que ello comprometa su rendimiento o durabilidad.
De igual forma, los teléfonos integran una función diseñada para preservar la salud de la batería a largo plazo. Se trata de la llamada recarga optimizada, un sistema que minimiza el desgaste de la batería al reducir el tiempo que permanece completamente cargada.

Esta funcionalidad opera a través de aprendizaje automatizado, analizando las rutinas de carga diarias del usuario. Con base en estos patrones, el sistema retrasa la carga final —a partir del 80 %— hasta el momento más oportuno, evitando así una exposición prolongada a una carga completa que podría acelerar el deterioro de la batería.
Para activar esta herramienta, es necesario acceder al menú de ‘Configuración’, ingresar a la opción ‘Batería’ y seleccionar ‘Condición y recarga de la batería’. En los modelos iPhone 14 y anteriores, se debe activar la opción ‘Recarga optimizada de la batería’. Por su parte, los iPhone 15 y posteriores requieren acceder a ‘Optimización de recarga’ y, dentro del menú, seleccionar la alternativa ‘Recarga optimizada’.
Implementar esta configuración desde el primer uso es clave para prolongar la vida útil del dispositivo y mantener el desempeño de la batería en condiciones óptimas con el paso del tiempo.