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¿Cuántas vueltas dieron a la Tierra los astronautas que regresaron al planeta y qué hicieron durante más 200 días en el espacio?
El grupo de astronautas regresó este viernes sin ningún tipo de complicaciones.
La misión SpaceX Crew-8 de la NASA amerizó con éxito este viernes, frente a Pensacola, Florida, concluyendo una misión de casi ocho meses, octava rotación realizada con naves Crew Dragon.
Después de despegar el 3 de marzo en un cohete Falcon 9 de SpaceX desde el Centro Espacial Kennedy de la Nasa en Florida, los astronautas Matthew Dominick, Michael Barratt y Jeanette Epps, así como el cosmonauta de Roscosmos Alexander Grebenkin, pasaron 232 días a bordo de la estación espacial y 235 días en el espacio.
Tras el amerizaje, los equipos de recuperación de la Nasa y SpaceX aseguraron rápidamente la nave espacial y ayudaron a los astronautas durante la salida. La tripulación fue trasladada al Centro Espacial Johnson de la Nasa en Houston, mientras que la nave espacial Dragon regresa a las instalaciones de SpaceX en la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, Florida, para su inspección y reacondicionamiento para futuras misiones.
Durante su misión, los miembros de la tripulación viajaron casi 160 millones de kilómetros y completaron 3.760 órbitas alrededor de la Tierra. Realizaron nuevas investigaciones científicas para avanzar en la exploración humana más allá de la órbita baja de la Tierra y beneficiar la vida humana en la Tierra.
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Las demostraciones de investigación y tecnología incluyeron la realización de investigaciones con células madre para desarrollar modelos organoides para estudiar enfermedades degenerativas, explorar cómo la temperatura del combustible afecta la inflamabilidad de los materiales y estudiar cómo los vuelos espaciales afectan la función inmunológica de los astronautas. Su trabajo tiene como objetivo mejorar la salud de los astronautas durante los vuelos espaciales de larga duración, contribuyendo a avances críticos en la medicina espacial y beneficiando a la humanidad, informa la NASA.
El regreso de Crew-8 sigue a la llegada de la Crew-9 de SpaceX de la Nasa al laboratorio en órbita el 29 de septiembre, dentro del programa de ‘taxi espacial’ firmado por la NASA con SpaceX para transporte de astronautas en órbita terrestre.
Nuevos experimentos de la Nasa
La misión número 31 de reabastecimiento de SpaceX para la Nasa enviará a la Estación Espacial Internacional estudios sobre el viento solar, un musgo tolerante a la radiación, materiales para naves espaciales y soldadura en frío en el espacio, según ha señalado la agencia. Ambas organizaciones tienen previsto lanzar la nave espacial SpaceX Dragon desde el Complejo de Lanzamiento 39A en el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida (EEUU) no antes del miércoles 30 de octubre.
Así, el CODEX (Experimento de Diagnóstico COronal) pretende elaborar un conjunto de datos que ayude a los científicos a validar las teorías sobre qué calienta el viento solar a un millón de grados más que la superficie del Sol y qué lo transmite a casi un millón de millas por hora (o lo que es lo mismo, a casi 1.609.344 kilómetros por hora).
En concreto, la investigación utiliza un coronógrafo, un instrumento que bloquea la luz solar directa para revelar detalles de la atmósfera exterior o corona. Al margen de la información de densidad recopilada por los coronógrafos tradicionales, este instrumento toma múltiples mediciones a lo largo del día que determinan la temperatura y la velocidad de los electrones en el viento solar.
Por otra parte, ARTEMOSS (Experimento de tolerancia a la radiación ANT1 con musgo en órbita en la estación espacial) usará un musgo antártico vivo, Ceratodon purpureus, para estudiar cómo algunas plantas toleran mejor la exposición a la radiación y para examinar la respuesta física y genética de los sistemas biológicos a la combinación de radiación cósmica y microgravedad.
Entre otras cuestiones, los resultados del estudio podrían ayudar a identificar sistemas biológicos adecuados para su uso en sistemas de soporte vital biorregenerativo en futuras misiones. Además, cabe la posibilidad de que pudiera reconocer qué genes están implicados en la adaptación de las plantas a los vuelos espaciales, que a su vez podrían ser modificados para crear cepas tolerantes a las condiciones del espacio profundo.