Tecnología
¿Desconectar el router wifi o dejarlo encendido en las noches? La advertencia que podría influir en su salud
Se han realizado diversos estudios para determinar si es recomendable apagar este aparato durante la noche o si, por el contrario, esto no tiene ningún efecto significativo.

En la actualidad, contar con una conexión estable a internet en el hogar se ha vuelto casi tan esencial como disponer de servicios básicos. Las dinámicas cotidianas de muchas familias dependen en gran medida de estar en línea, ya sea para cumplir con obligaciones escolares, trabajar de manera remota o disfrutar del tiempo libre a través de plataformas de streaming y videojuegos en línea.
Esta creciente dependencia ha llevado a que el router, dispositivo que distribuye la señal inalámbrica en la vivienda, permanezca encendido de forma continua, sin interrupciones.
Sin embargo, una pregunta es recurrente entre los usuarios: ¿debería apagarse el router durante la noche? Aunque esta práctica es recomendada por algunos expertos como una medida preventiva ante la posible exposición prolongada a radiación electromagnética, otros aseguran que no representa un riesgo significativo.
Diversos estudios científicos se han propuesto analizar si realmente es aconsejable apagar el router wifi durante las horas de sueño. Uno de ellos, realizado por el Instituto Nacional de Salud (NIH) de Estados Unidos, expuso a un grupo de 34 personas a una señal wifi de 2.45 GHz durante una noche completa.

Los resultados mostraron una leve disminución en la actividad alfa del cerebro durante la fase NREM del sueño, aunque esta variación no fue considerada clínicamente relevante ni perjudicial para la salud.
Por otro lado, una investigación más prolongada, llevada a cabo con 12 adultos expuestos durante siete noches seguidas a una señal wifi similar a la de un monitor de bebé, arrojó hallazgos diferentes.
En este caso, algunos participantes manifestaron síntomas compatibles con insomnio clínico, junto con alteraciones en las ondas cerebrales propias del sueño profundo. La disparidad de resultados entre ambos estudios lleva a los expertos a concluir que no existe una evidencia sólida que permita afirmar con certeza que la radiación del wifi cause efectos negativos generalizados en la calidad del descanso.
Esta falta de consenso ha llevado a considerar que muchos de los malestares atribuidos a las redes inalámbricas podrían tener un origen psicológico. Aunque existe un término conocido como “sensibilidad electromagnética”, este no cuenta con respaldo científico suficiente para ser clasificado como una condición médica reconocida.

Algunos especialistas sugieren que detrás de estas sensaciones podría estar lo que se conoce como “tecnofatiga”: un agotamiento mental y físico provocado por la exposición continua a dispositivos tecnológicos. Este fenómeno se hace más evidente durante el verano, cuando las personas intentan desconectarse del entorno digital, siendo los jóvenes quienes más lo experimentan.