Ciencia

Descubren un agujero negro 600.000 veces más grande que el Sol: ¿podría afectar a la Tierra?

Encontraron evidencia que sugiere la presencia de uno en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia enana que orbita la Vía Láctea.

Mary Nelly  Mora Escamilla

Mary Nelly Mora Escamilla

Periodista en Semana

24 de febrero de 2025, 6:30 p. m.
Los agujeros negros generalmente se forman a partir de las explosiones de supernova.
Los agujeros negros generalmente se forman a partir de las explosiones de supernova. | Foto: Getty Images

Detectar un agujero negro es una tarea compleja debido a su naturaleza invisible, pero el astrofísico Jiwon Jesse Han, del Centro de Astrofísica de Harvard y Smithsonian (CfA), encontró evidencia que sugiere la presencia de uno en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia enana que orbita la Vía Láctea.

Según la Sociedad Astronómica del Pacífico, estos objetos cósmicos poseen una gravedad tan intensa que ni siquiera la luz puede escapar de ellos, lo que los convierte en regiones del espacio de las que nada puede salir una vez que han sido absorbidos.

“Un agujero negro es una región del espacio en la que la atracción de la gravedad es tan fuerte que nada puede escapar. Es un ‘agujero’ en el sentido de que las cosas pueden caer, pero no salir de él”, dice el documento.

Los agujeros negros inactivos son difíciles de detectar porque son menos luminosos.
Los agujeros negros inactivos son difíciles de detectar porque son menos luminosos. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Recientes observaciones revelaron que este agujero negro supermasivo podría tener una masa equivalente a 600.000 veces la del Sol, lo que podría influir significativamente en el futuro de la galaxia, de acuerdo con información de Science alert. La Gran Nube de Magallanes ha sido ampliamente estudiada por su interacción gravitacional con la Vía Láctea, pero este hallazgo proporciona una nueva perspectiva sobre la dinámica de estas galaxias y su evolución en el tiempo.

La relación gravitacional entre la Gran Nube de Magallanes y la Vía Láctea ha sido objeto de estudio durante años, y los astrónomos estiman que en unos 2.000 millones de años ambas galaxias colisionarán. Este evento cósmico podría provocar la fusión del agujero negro supermasivo de la galaxia enana con Sagitario A*, el agujero negro central de la Vía Láctea, cuya masa es aproximadamente 4 millones de veces la del Sol.

Esta unión no solo incrementaría la masa del núcleo galáctico, sino que también podría desencadenar fenómenos como la formación de nuevas estrellas y la redistribución del gas y el polvo interestelar. El descubrimiento de este agujero negro se logró gracias a la investigación de Jiwon Jesse Han, quien analizó el desplazamiento de estrellas de hipervelocidad dentro del halo de la Gran Nube de Magallanes.

Su equipo rastreó el origen y la trayectoria de 21 estrellas, determinando que 16 tenían un punto de origen claro, mientras que siete procedían del agujero negro Sagitario A*, nueve parecían haber sido expulsadas desde la Gran Nube de Magallanes, reforzando la hipótesis de la presencia de un agujero negro masivo en su interior.