Ciencia

Descubren una nube estelar a 300 años luz: nueva pista sobre el nacimiento de estrellas y planetas

El hallazgo abre nuevas posibilidades para estudiar el universo molecular y el medio interestelar, que es clave en la formación de estrellas y planetas.

30 de abril de 2025, 7:58 p. m.
El descubrimiento fue posible gracias al espectrógrafo FIMS-SPEAR, montado en el satélite surcoreano STSAT-1.
El descubrimiento fue posible gracias al espectrógrafo FIMS-SPEAR, montado en el satélite surcoreano STSAT-1. | Foto: Getty Images

Una nube con potencial de formación estelar ha sido detectada en el cielo y se encuentra entre las más próximas al Sol y a la Tierra jamás registradas.

La estructura, una vasta concentración de hidrógeno molecular, había permanecido oculta hasta ahora para los científicos. Su detección fue posible gracias a un método inusual: la observación de luz emitida en el ultravioleta lejano del espectro electromagnético, una técnica que marca un hito en la astrofísica moderna y que podría abrir nuevas vías de exploración del universo molecular.

El hallazgo, publicado en la revista Nature Astronomy, describe por primera vez la detección de una nube molecular a través de emisiones directas de hidrógeno molecular en el ultravioleta lejano. La nube ha sido bautizada como Eos, en alusión a la diosa griega del amanecer.

Eos tiene forma de medialuna, está a unos 300 años luz de la Tierra.
Eos tiene forma de medialuna, está a unos 300 años luz de la Tierra. | Foto: Getty Images

“Este descubrimiento abre nuevas posibilidades para el estudio del universo molecular”, afirmó Blakesley Burkhart, profesor asociado del Departamento de Física y Astronomía de la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad de Rutgers, y uno de los autores del estudio. Burkhart también se desempeña como investigador en el Centro de Astrofísica Computacional del Instituto Flatiron, en Nueva York.

Las nubes moleculares, compuestas por gas y polvo, son las estructuras donde nacen las estrellas. Su principal componente es el hidrógeno, aunque también contienen otras moléculas como el monóxido de carbono. Tradicionalmente, este tipo de nubes se ha detectado mediante observaciones en radiofrecuencia e infrarrojo, que permiten captar la firma química del monóxido de carbono.

Sin embargo, el equipo científico utilizó una metodología distinta. “Esta es la primera nube molecular descubierta mediante la observación directa de la emisión de hidrógeno molecular en el ultravioleta lejano”, explicó Burkhart. “Los datos revelaron moléculas de hidrógeno que brillan mediante fluorescencia en esa región del espectro. Esta nube, literalmente, resplandece en la oscuridad”.

Un objeto sin riesgo para la Tierra

Los investigadores descartaron que Eos represente alguna amenaza para la Tierra o el sistema solar. Por el contrario, su cercanía se percibe como una oportunidad sin precedentes para estudiar las propiedades del medio interestelar, el material que llena el espacio entre las estrellas dentro de una galaxia y que actúa como semilla para la formación de nuevas estrellas.

“Cuando observamos a través de nuestros telescopios, vemos sistemas solares en plena formación, pero aún desconocemos con detalle cómo se desarrolla ese proceso”, señaló Burkhart. “El descubrimiento de Eos es particularmente relevante porque permite medir directamente cómo nacen y se disuelven las nubes moleculares, y cómo una galaxia transforma gas y polvo en nuevas estrellas y planetas”.

Eos no representa peligro alguno, pero su proximidad permite una observación detallada de cómo se forman las nubes moleculares.
Eos no representa peligro alguno, pero su proximidad permite una observación detallada de cómo se forman las nubes moleculares. | Foto: Getty Images

La nube presenta una forma de medialuna y se localiza a unos 300 años luz de la Tierra, en el borde de la llamada Burbuja Local, una cavidad espacial llena de gas que rodea el sistema solar. Según las estimaciones, abarca una extensión aparente en el cielo equivalente a 40 veces el diámetro de la Luna y posee una masa unas 3.400 veces superior a la del Sol. Modelos desarrollados por el equipo indican que la nube podría evaporarse en aproximadamente seis millones de años.

“El uso de la fluorescencia en el ultravioleta lejano como técnica de observación podría redefinir nuestra comprensión del medio interestelar, revelando nubes ocultas a lo largo de la galaxia e incluso en los confines más remotos del amanecer cósmico”, aseguró Thavisha Dharmawardena, becaria Hubble de la Nasa en la Universidad de Nueva York y coautora principal del estudio.

Eos fue descubierta a partir de datos recopilados por el espectrógrafo ultravioleta lejano FIMS-SPEAR, un instrumento a bordo del satélite surcoreano STSAT-1.

*Con información de Europa Press.

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