Durante años, muchos usuarios apostaron por llenar sus publicaciones de etiquetas, también llamados hastags, con la esperanza de aparecer ante más personas.
Instagram confirmó un ajuste que cambia la forma en la que el contenido se distribuye dentro de la plataforma y que, según su propio director, puede marcar la diferencia entre pasar desapercibido o lograr mayor visibilidad.
Adam Mosseri, máximo responsable de la red social, explicó que el exceso de recursos para “llamar la atención” ya no juega a favor de los creadores. Por el contrario, ahora el enfoque apunta a la claridad y a la coherencia del mensaje que se quiere transmitir en cada publicación.
Menos etiquetas, más claridad para el contenido
La plataforma decidió establecer un tope claro en el uso de hashtags: solo se recomienda incluir hasta cinco máximo por publicación. La razón es sencilla. Instagram detectó que las descripciones saturadas de palabras clave terminan afectando la manera en la que el sistema entiende de qué trata realmente una foto o un video.

Durante mucho tiempo, era común ver textos extensos repletos de términos populares con la intención de atraer públicos variados. No obstante, esta práctica comenzó a generar el efecto contrario: el contenido se mezclaba con temas que no le correspondían y perdía relevancia frente a quienes sí podrían estar interesados.
Desde la compañía señalan que este ajuste busca ordenar mejor la información y facilitar que cada publicación llegue a personas con intereses afines, evitando el ruido que generan las listas interminables.

Por qué usar demasiados hashtags puede jugar en contra
Mosseri fue directo al abordar este punto: “La calidad es más importante que la cantidad”.
Según explico, recurrir a etiquetas muy generales y repetidas no aporta un beneficio real al alcance. Al contrario, hace que las publicaciones se diluyan entre millones de contenidos similares y pierdan oportunidades de destacar.

La idea central es priorizar términos específicos y relacionados con lo que realmente se muestra, en lugar de apostar por palabras de moda que no describen el contenido. De esta forma, el algoritmo puede identificar mejor la temática y recomendarla con mayor precisión.
El mensaje del directivo es claro: no se trata de llenar espacio, sino de elegir con cuidado. En el nuevo escenario de Instagram, menos etiquetas bien pensadas pueden ser más efectivas que una larga lista sin dirección.










