El Two-meter Twin Telescope (TTT) ha logrado la primera detección de un chorro de gas y polvo (jet) y de su modulación periódica en un cometa interestelar: el 3I/Atlas. El hallazgo, publicado en la revista Astronomy & Astrophysics, constituye la primera evidencia de actividad localizada en el núcleo de un objeto interestelar y ofrece una visión inédita sobre la naturaleza de un cuerpo celeste formado fuera de nuestro Sistema Solar.
La investigación fue liderada por Miquel Serra-Ricart, director científico de Light Bridges, y contó con la participación de Javier Licandro, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), y Miguel R. Alarcón, investigador predoctoral del IAC y director de operaciones científicas en Light Bridges, según informó el IAC en un comunicado.
“En julio, a partir de la variabilidad en el brillo de la coma, fuimos los primeros en proponer un periodo de rotación de alrededor de 17 horas. Ahora reportamos el primer jet detectado en un cometa interestelar, que además confirma esa rotación calculada previamente”, explicó Serra-Ricart.

El investigador también subrayó la “sorprendente familiaridad” del objeto, pese a su origen extrasolar. “El 3I/Atlas es un cometa interestelar extraordinariamente normal. La detección de este chorro nos permite establecer una comparación directa con los mecanismos de actividad observados en los cometas de nuestro propio Sistema Solar”, señaló.
Por su parte, Licandro destacó que “caracterizar los jets en un cuerpo como 3I/Atlas representa una oportunidad única para investigar el comportamiento físico de un objeto prístino, formado en otro sistema planetario”.

Observaciones clave
Las observaciones se llevaron a cabo con el Two-meter Twin Telescope, ubicado en el Observatorio del Teide, en Tenerife, durante una campaña intensiva de 37 noches, entre julio y septiembre de 2025, en el marco del proyecto PLANETIX25. Para el análisis, el equipo utilizó al límite las capacidades de almacenamiento y computación de ASTRO POC, una infraestructura astrofísica de cómputo público-privada, y centró el estudio en las estructuras de la coma interna del 3I/Atlas, el tercer objeto interestelar confirmado hasta la fecha.
Mediante una técnica avanzada de procesamiento de imágenes —la transformación laplaciana—, los investigadores identificaron un chorro débil pero bien definido de gas y polvo emergiendo del núcleo. Se trata de la primera evidencia de una liberación de material tan focalizada en un núcleo de origen interestelar.
Uno de los aspectos más relevantes del hallazgo es que el chorro no permaneció estático. Un análisis detallado de su posición reveló una modulación periódica, pequeña pero significativa, alrededor del eje de rotación del núcleo. Esta oscilación del jet, inédita en un cometa interestelar, permitió al equipo inferir el periodo de rotación del objeto.

Los resultados indican que el periodo de rotación del 3I/Atlas se sitúa entre 14 y 17 horas, en el caso de que el chorro se origine cerca de uno de los polos. Este valor confirma las estimaciones realizadas en julio con datos del TTT y observaciones complementarias del Gran Telescopio Canarias (GTC) y de la Universidad Complutense de Madrid.
Importancia científica
Los chorros cometarios son indicadores clave de la actividad del núcleo y de su estado de rotación. La metodología aplicada en este estudio, basada en un filtrado óptimo de imágenes, permitió resaltar estructuras tenues y anisotrópicas del jet frente al brillo dominante de la coma.
Este enfoque aporta información fundamental para comprender el comportamiento de los volátiles y el polvo en cuerpos que, como el 3I/Atlas, han viajado por el espacio interestelar y conservan material original de la formación de sistemas planetarios ajenos al nuestro.

Light Bridges es una institución privada de investigación con sede en las Islas Canarias, dedicada a la operación de telescopios robóticos y al procesamiento masivo de datos astronómicos. Su labor combina el avance del conocimiento científico con un firme compromiso con la sostenibilidad ambiental y financiera.
La entidad gestiona algunos de los telescopios robóticos más grandes y modernos del Observatorio del Teide, administrado por el IAC, así como centros de computación de alto rendimiento (HPC) especializados en astronomía.
*Con información de Europa Press










