Tecnología
El aparato que Bill Gates había diseñado para competir contra el iPod: peleó, pero al final ganó una predicción
Microsoft perdió la batalla por el mercado musical portátil, pero Bill Gates ganó en perspectiva al anticipar la evolución tecnológica.


Cuando Steve Jobs presentó el iPod en 2001, el mundo de la tecnología y la música experimentó una sacudida inesperada. Apple no solo introdujo un nuevo reproductor MP3, sino que cambió la manera de consumir música digital.
La revolución musical que desconcertó a Microsoft
Con la promesa de almacenar hasta mil canciones en un dispositivo que cabía en el bolsillo, el iPod cautivó a millones y dejó a Microsoft en una posición incómoda: observar cómo Apple se adueñaba de un nuevo mercado que ellos no habían anticipado.

En Redmond, sede de Microsoft, el impacto fue inmediato. La empresa, acostumbrada a dominar el software, no pudo ignorar el avance de Apple en un terreno que comenzaba a fusionar hardware, diseño y experiencia de usuario. Consciente del creciente dominio de su rival, Bill Gates sabía que no podía quedarse de brazos cruzados.
Zune: el intento de reacción que nunca logró despegar
Fue en 2006 cuando Microsoft lanzó su propia apuesta para competir en el mercado musical: el Zune.
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Equipado con funciones atractivas para su momento, como radio FM y la capacidad de sincronizar música a través de wifi en Zune Marketplace, y con un precio asequible, se presentaba como una alternativa moderna al iPod. Pero la empresa llegaba tarde.

El Zune, en teoría, tenía el potencial para pelear en igualdad de condiciones. No obstante, la ejecución dejó mucho que desear. Las campañas publicitarias no conectaron con el público y, según reconoció Robbie Bach, entonces presidente de la división de entretenimiento y dispositivos de Microsoft, la estrategia siempre fue reactiva, sin una propuesta verdaderamente disruptiva.
Mientras tanto, Apple seguía liderando el mercado con una narrativa clara y productos cada vez más refinados.
Una predicción subestimada que anticipó el futuro móvil
En medio de esta batalla desigual, Bill Gates ofreció en mayo de 2005 una entrevista que pasaría desapercibida para muchos, pero que el tiempo convertiría en profética.
Desde Alemania, en diálogo con el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, advirtió que el éxito del iPod no sería eterno. La industria tecnológica, sostenía Gates, se dirigía hacia un modelo en el que todos los dispositivos convergerían en uno solo: el teléfono móvil inteligente.
“El sector de los móviles será clave”, afirmó. “Cada vez se integrarán más funciones en un único dispositivo, y esto requiere soluciones de software”. Sus palabras parecían entonces una crítica desesperada ante el fracaso comercial del Zune, pero en realidad anticipaban la transformación más significativa de la tecnología personal en el siglo XXI.
La llegada del iPhone y el fin de una era
Solo dos años después de aquella entrevista, Apple lanzaría el iPhone, un dispositivo que no solo reinventó el teléfono, sino que absorbió funciones antes reservadas para cámaras, agendas, navegadores y, por supuesto, reproductores de música.
El iPod, aunque no desapareció de inmediato, perdió su lugar como objeto icónico.

Al final, Microsoft no logró vencer en la batalla de los reproductores MP3. Pero la visión que Gates compartió en 2005, en un momento de aparente desventaja, terminó siendo un anticipo certero del futuro. Perdieron la pelea, pero ganaron con la predicción.