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El catastrófico evento que podría acabar con el mundo en los próximos cinco años, según la inteligencia artificial

Existen varias teorías y situaciones que podrían, en un futuro, llevar al colapso o la extinción de la humanidad.

Redacción Tecnología
8 de enero de 2025
Un gran impacto podría causar destrucción masiva y alterar drásticamente el clima.
Un gran impacto podría causar destrucción masiva y alterar drásticamente el clima. | Foto: Getty Images/iStockphoto

En los próximos cinco años, el mundo se enfrenta a una serie de riesgos catastróficos, muchos de los cuales están siendo amplificados por el cambio climático, los avances tecnológicos y las tensiones geopolíticas. A pesar de los esfuerzos internacionales para mitigar estos peligros, la inteligencia artificial ha identificado diversos escenarios que podrían desencadenar eventos devastadores a escala global. Uno de los más alarmantes sería el colapso nuclear, resultado de una guerra global, alimentada por la carrera armamentista, la creciente polarización geopolítica y el desarrollo de tecnologías aplicadas a la defensa.

La IA, como herramienta avanzada de análisis y predicción, posee la capacidad de modelar diversos escenarios futuros a partir de datos históricos y tendencias actuales. En este sentido, uno de los eventos más catastróficos que podría amenazar la supervivencia de la humanidad en los próximos cinco años sería una guerra nuclear a gran escala. La probabilidad de un conflicto armado de tal magnitud ha aumentado en las últimas décadas, impulsada por la modernización de los arsenales nucleares de diversas potencias mundiales.

La IA revela cuantos días faltarían para que llegue el fin del mundo.
La humanidad tiene la capacidad de mitigar algunos de estos riesgos mediante la cooperación global. | Foto: Composición de SEMANA

La guerra nuclear que acabaría con el mundo en los próximos años

Los modelos predictivos de inteligencia artificial advierten que uno de los principales riesgos de una guerra nuclear es el malentendido o el error en la interpretación de las intenciones de otro país. Las armas nucleares poseen un poder destructivo sin paralelo en ninguna otra clase de armamento. Con una sola bomba, es posible destruir ciudades enteras, aniquilar millones de personas al instante y generar consecuencias devastadoras a largo plazo. Actualmente, miles de ojivas nucleares están desplegadas en potencias como Estados Unidos, Rusia, China, entre otras, muchas de ellas considerablemente más poderosas que las utilizadas en Hiroshima y Nagasaki.

En el escenario más sombrío, una guerra nuclear provocada por malentendidos, fallos tecnológicos o una carrera armamentística descontrolada desencadenaría la aniquilación de grandes urbes, la muerte de millones de personas y la desaparición de infraestructuras esenciales. Las repercusiones secundarias serían igualmente devastadoras: el descenso drástico de las temperaturas globales, el oscurecimiento de la atmósfera debido a la caída de cenizas y escombros, y la interrupción de los sistemas productivos de alimentos. Estos efectos podrían llevar al colapso de economías y sociedades en tan solo semanas.

Por otro lado, uno de los aspectos más preocupantes de un conflicto nuclear es el concepto de “invierno nuclear”, un fenómeno climático causado por el humo, hollín y polvo liberados en la atmósfera tras las explosiones nucleares. Este material bloquearía la luz solar, reduciendo drásticamente las temperaturas globales y alterando los patrones climáticos.

Ilustración del fin del mundo
Un conflicto nuclear a gran escala podría devastar la humanidad. | Foto: Future Publishing via Getty Imag

Finalmente, el impacto económico de una guerra de esta magnitud sería igualmente catastrófico. Las infraestructuras industriales, comerciales y financieras de los países involucrados quedarían destruidas, mientras que los efectos del invierno nuclear y las crisis alimentarias impedirían cualquier recuperación en el corto plazo. Las economías colapsarían, millones de personas perderían sus empleos, hogares y recursos básicos, y la falta de acceso a servicios médicos, sumada a la sobrecarga de los sistemas de salud, haría prácticamente imposible atender a los sobrevivientes de las explosiones y la radiación.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.