Ciencia
El cometa 3I/Atlas realiza cambio inusual en su recorrido; esto es lo que pone en alerta a la comunidad científica
El cometa 3I/Atlas sorprendió con un cambio de rumbo que intriga a los astrónomos.
Siga las noticias de SEMANA en Google Discover y manténgase informado

Durante las últimas semanas, el cometa interestelar 3I/Atlas ha generado un creciente interés entre los astrónomos, ya que en su reciente paso por el punto más cercano al Sol, conocido como perihelio, el objeto cambió de dirección y mostró una aceleración que no encaja del todo con las leyes gravitacionales conocidas.
Este comportamiento inusual ha sido comparado por el astrofísico Avi Loeb con el que parecía un caso cerrado desde el paso de ʻOumuamua en 2017.
Una aceleración que desafía las explicaciones naturales
El astrofísico Avi Loeb, de la Universidad de Harvard, ha sido una de las voces más activas en torno al misterio de 3I/Atlas y, según sus análisis recientes, el cometa experimentó una fuerza adicional denominada “aceleración no gravitacional” que lo impulsó más allá de lo esperado.
Loeb explicó que, si el fenómeno se debiera a la liberación de gases propios de la actividad cometaria, el núcleo del objeto habría perdido cerca de una sexta parte de su masa.

“Utilicé la conservación del momento lineal para calcular que el núcleo de 3I/Atlas debería haber perdido al menos una sexta parte de su masa para acelerar tanto como resultado de la desgasificación cometaria”, señaló en su investigación.
En ese caso, deberían observarse grandes nubes de gas alrededor del cometa durante los próximos meses, especialmente entre noviembre y diciembre de 2025.
Por ello, la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN, por sus siglas en inglés) realizará un seguimiento detallado entre finales de noviembre de 2025 y enero de 2026, por lo cual Loeb resaltó que, si las observaciones no detectan la presencia de gas o polvo, el escenario natural podría quedar prácticamente descartado.
El recuerdo de ʻOumuamua y la sombra del origen tecnológico
El propio Loeb recordó que la situación es muy similar a la del primer objeto interestelar identificado, 1I/ʻOumuamua, que también mostró una aceleración inexplicable y ninguna señal de desgasificación.
En ese momento, los astrónomos debatieron si se trataba de un cometa “oscuro”, sin cola visible, una idea que generó confusión entre los expertos.

“El caso de 3I/Atlas produce una sensación de déjà vu”, señaló el científico, aludiendo a la posibilidad de que ambos objetos compartan un origen aún desconocido. Según Loeb, si no se detectan señales de evaporación cometaria en las próximas observaciones, no se podría descartar que la aceleración de 3I/Atlas tenga un componente tecnológico extraterrestre, es decir, que provenga de un sistema de propulsión artificial.
Mientras tanto, la comunidad científica permanece expectante. Lo que descubran los telescopios en los próximos meses podría redefinir no solo la comprensión de los objetos interestelares, sino también el papel que la humanidad ocupa en el vasto escenario del cosmos.

