Tecnología

El electrodoméstico de la cocina que consume 10 veces más energía que una nevera

Algunos electrodomésticos consumen más energía debido a que operan con mecanismos que requieren una mayor cantidad de electricidad.

Valentina Castañeda Sierra

Valentina Castañeda Sierra

Periodista en Semana

16 de abril de 2025, 5:26 p. m.
Un aumento en el consumo de energía puede afectar el bolsillo drásticamente.
Un aumento en el consumo de energía puede afectar el bolsillo drásticamente. | Foto: Getty Images

Los aparatos eléctricos se han convertido en herramientas indispensables para las tareas cotidianas en el hogar. Sin embargo, uno de los principales problemas que generan es el consumo de energía, especialmente cuando se utilizan con frecuencia o si no se adoptan buenos hábitos de uso.

Es importante destacar que no todos los electrodomésticos tienen el mismo nivel de consumo energético. Algunos son más eficientes que otros, por lo que resulta esencial evaluar diversas características al momento de adquirir un nuevo dispositivo. De este modo, se pueden evitar problemas de consumo excesivo a largo plazo, además de identificar los momentos menos adecuados para utilizarlos.

El portal especializado Renewable Energy World explica que los aparatos que más energía consumen son los calentadores de agua, las neveras, las secadoras de ropa, los equipos de entretenimiento, los computadores y los ventiladores. En cuanto a los dispositivos de cocina, se estima que pueden llegar a representar hasta el 1,3 % del consumo energético total. Aunque este porcentaje puede parecer bajo a simple vista, en realidad, tiene un impacto considerable en la factura de electricidad si no se toman las precauciones adecuadas.

Los electrodomésticos tienen un consumo  "fantasma" de energía.
Los electrodomésticos tienen un consumo "fantasma" de energía. | Foto: Getty Images

En este contexto, en los últimos años ha ganado popularidad un aparato que destaca por su capacidad para preparar alimentos de manera rápida y manteniendo su sabor: el horno eléctrico. A diferencia de los hornos a gas, los hornos eléctricos utilizan calor generado por resistencias eléctricas para calentar el aire dentro del horno, lo que a su vez cocina los alimentos.

El consumo de energía de los hornos eléctricos depende de varios factores, como la potencia del aparato, el tiempo de uso y la temperatura a la que se cocinan los alimentos. La potencia de estos hornos se mide en vatios (W) o kilovatios (kW), y en general, tienen potencias que oscilan entre 1.000 W y 5.000 W (1 kW a 5 kW).

Así, en promedio, un horno eléctrico puede consumir entre 1.500 y 3.000 kWh por hora de funcionamiento, dependiendo de su tamaño y de la temperatura de operación. Sin embargo, los modelos más modernos suelen contar con sistemas de aislamiento y control más eficientes, lo que contribuye a reducir el consumo al mantener el calor de manera más efectiva. A pesar de ello, su uso prolongado y a temperaturas altas puede incrementar significativamente la factura de electricidad, por lo que se recomienda emplearlos de manera eficiente y aprovechar al máximo su capacidad.

Realizando una comparación, el consumo de un refrigerador puede ser menor. Sin embargo, este dato también depende de factores como el tamaño, la eficiencia y la frecuencia de uso del electrodoméstico. En promedio, una nevera puede consumir entre 100 y 200 kWh en un mes.

La freidora de aire y el horno eléctrico consumen mucha energía
El horno eléctrico consumen mucha energía. | Foto: Ilustración generada por IA Bing Image Creator

A pesar de que los hornos pueden generar un gasto considerable de energía, existen diversas estrategias para optimizar su uso y reducir su consumo. Por ejemplo, no es necesario precalentarlos durante largos períodos; con 10 a 15 minutos es suficiente para introducir los alimentos. Además, si la máquina cuenta con un buen aislamiento, se puede apagar 5 a 10 minutos antes de finalizar la cocción y aprovechar el calor residual.

Cocinar a temperaturas más bajas, cuando sea posible, también ayuda a reducir el consumo de electricidad. Los hornos de convección, al distribuir el calor de manera más eficiente, pueden reducir el tiempo de cocción y, por ende, el consumo energético.

Por último, mantener el horno limpio contribuye a su eficiencia. La acumulación de grasa y residuos puede dificultar la transferencia de calor, lo que obliga al aparato a trabajar más intensamente y consumir más energía.