Tecnología
El lugar de la casa donde no debería colocar la freidora de aire, para evitar daños costosos
Colocar la freidora de aire en el lugar equivocado del hogar podría generar daños costosos, tanto en el electrodoméstico como en otros elementos del entorno.

En los últimos años, la freidora de aire se ha consolidado como uno de los electrodomésticos más populares en los hogares modernos. Su capacidad para cocinar con poco o ningún aceite, su rapidez y versatilidad la han convertido en una aliada indispensable para quienes buscan una alimentación más saludable sin sacrificar el sabor.
Sin embargo, pese a sus múltiples beneficios, muchos usuarios desconocen que la ubicación de este aparato en la cocina puede influir significativamente en su funcionamiento, durabilidad y seguridad. Colocar la freidora de aire en el lugar equivocado del hogar podría generar daños costosos, tanto en el electrodoméstico como en otros elementos del entorno.
¿Cuál es el lugar donde no debe colocar la freidora de aire?
Uno de los errores más comunes al utilizar una freidora de aire es ubicarla bajo gabinetes de cocina o en espacios cerrados sin ventilación. Durante su funcionamiento, este dispositivo genera una corriente de aire caliente y vapor que se libera por la parte trasera o superior del aparato.
Si se coloca justo debajo de una repisa, mueble o estante, el vapor y el calor ascendente pueden condensarse y provocar daños en la madera, hinchazón, decoloración o incluso la deformación del material.
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Además, esa exposición constante al calor puede afectar los acabados de la cocina, generar acumulaciones de humedad que propicien la aparición de hongos o deteriorar la pintura de las paredes. A largo plazo, estos daños se traducen en reparaciones costosas y pérdida de valor estético en el mobiliario. También existe un riesgo eléctrico si el vapor entra en contacto con enchufes o instalaciones cercanas.
Por esta razón, los fabricantes recomiendan ubicar la freidora de aire en una superficie plana, resistente al calor y con espacio libre alrededor —al menos 10 a 15 centímetros por cada lado—, especialmente en la parte trasera y superior, para garantizar una adecuada circulación del aire caliente. Este espacio libre no solo prolonga la vida útil del electrodoméstico, sino que previene accidentes y daños materiales.

Otro lugar que se debe evitar para colocar la freidora de aire es sobre superficies poco resistentes al calor o de materiales sensibles como manteles plásticos, madera barnizada, mármol delicado, superficies enceradas o cubiertas con decoraciones térmicamente inestables. Aunque la base del electrodoméstico no suele calentarse excesivamente, sí puede transmitir algo de calor que, con el tiempo, afecta ciertos materiales.
En particular, los manteles plásticos o protectores sintéticos pueden derretirse, adherirse a la base de la freidora e incluso emitir vapores tóxicos al entrar en contacto con el calor. Por su parte, las encimeras delicadas pueden agrietarse, decolorarse o deformarse con el uso repetido del aparato en el mismo lugar.
Además de los riesgos materiales, hay que considerar también la seguridad del usuario. Si la freidora se coloca en una superficie inestable o resbalosa, puede moverse accidentalmente durante su funcionamiento o cuando se abre la canasta caliente, lo que podría derivar en quemaduras o caídas del aparato.
Para evitar estos inconvenientes, se recomienda colocarla sobre superficies resistentes, planas, antideslizantes y alejadas de objetos inflamables o que puedan ser dañados por el calor.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.