Tecnología
El peligroso error por el que sus datos bancarios se podrían filtrar en la ‘dark web’; así puede protegerse
Los ciberdelincuentes están constantemente al acecho para apoderarse de los datos personales y financieros de los usuarios.
En la era digital, la protección de los datos personales se ha convertido en una prioridad fundamental para usuarios y empresas por igual. Sin embargo, a pesar de las múltiples medidas de seguridad implementadas, muchos individuos cometen errores que pueden resultar en la exposición de su información sensible en la dark web. Uno de estos errores, que se ha vuelto cada vez más común, es el uso irresponsable de contraseñas.
¿Por qué es importante cuidar las contraseñas?
Las contraseñas son la primera línea de defensa contra el acceso no autorizado a cuentas y sistemas. No obstante, muchas personas optan por contraseñas débiles o reutilizan las mismas para múltiples cuentas, lo que aumenta el riesgo de que sus datos se vean comprometidos. La falta de conciencia sobre la importancia de una contraseña robusta es un error que puede tener consecuencias devastadoras.
Cuando un usuario utiliza una contraseña débil o repetida, se vuelve vulnerable a ataques de fuerza bruta o técnicas de phishing. Esto se debe a que los hackers, al descubrir una contraseña, pueden acceder a varias cuentas del mismo usuario.
Esa mala práctica no solo pone en riesgo la información personal, sino que también puede abrir la puerta a un ataque de más impacto, en el que se obtienen datos de otros usuarios relacionados o incluso datos bancarios.
Tendencias
Una vez que los datos son robados, es común que sean vendidos en la dark web, un mercado clandestino donde se comercializan bienes y servicios ilegales, incluidos los datos personales. Este acceso no autorizado a información sensible puede llevar a robos de identidad, fraudes financieros y una serie de problemas legales y emocionales para la víctima.
¿Qué es la dark web y cómo funciona?
Es una parte oculta de Internet donde los usuarios pueden operar de manera anónima. Aquí, los hackers y cibercriminales venden y compran información personal, desde direcciones de correo electrónico hasta datos bancarios completos. La facilidad con la que se pueden comprar estos datos, ha hecho que la dark web sea un lugar atractivo para los criminales.
El proceso de filtración de datos puede ser rápido. Una vez que una contraseña es comprometida, los delincuentes pueden acceder a información valiosa, como números de seguro social, direcciones y detalles de cuentas bancarias. Esta información puede ser utilizada para realizar fraudes, abrir cuentas bancarias en nombre de la víctima o incluso para extorsionarlas.
¿Cómo protegerse de la dark web?
La prevención de la filtración de datos comienza con la educación. Los usuarios deben ser conscientes de la importancia de utilizar contraseñas únicas y complejas. Se recomienda el uso de gestores de contraseñas, que pueden generar y almacenar contraseñas seguras, eliminando la necesidad de recordarlas todas. Además, la autenticación de dos factores (2FA) es otra capa de seguridad que puede proteger las cuentas incluso si la contraseña es comprometida.
A medida que la tecnología avanza, también lo hacen las tácticas de los cibercriminales. El uso de inteligencia artificial y machine learning está revolucionando tanto la ciberseguridad como los métodos de ataque.
Por lo tanto, es fundamental que los usuarios y las organizaciones se mantengan actualizados sobre las últimas tendencias en seguridad cibernética.
El peligroso error de utilizar contraseñas débiles y reutilizadas puede llevar a la exposición de datos personales en la dark web, un problema que afecta a millones de personas en todo el mundo. La educación sobre la seguridad de las contraseñas, junto con la implementación de medidas de protección efectivas, puede ayudar a mitigar este riesgo. En última instancia, la responsabilidad de proteger los datos personales recae tanto en los individuos como en las empresas que manejan dicha información.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de SEMANA.