Tecnología

El peligroso método que ciberdelincuentes emplean para hackear redes wifi a través de las impresoras

Los atacantes pueden explotar las vulnerabilidades de estos dispositivos para infiltrar redes y sustraer datos sensibles.

20 de mayo de 2025, 12:24 p. m.
Los ciberdelincuentes se las ingenian para robar información sensible de las empresas.
Los ciberdelincuentes se las ingenian para robar información sensible de las empresas. | Foto: Getty Images

En los últimos años, se ha hablado extensamente sobre cómo los ciberdelincuentes hackean teléfonos, computadores e incluso televisores inteligentes. Sin embargo, se presta menos atención al creciente objetivo de los atacantes: las redes wifi, especialmente cuando una impresora se encuentra conectada a ellas.

Las impresoras, dispositivos tecnológicos cuya función principal es transferir información digital a un soporte físico, como papel, cartulina o etiquetas, son fundamentales en numerosos entornos, tanto domésticos como profesionales. Estas permiten convertir datos electrónicos —textos, imágenes o gráficos— en representaciones tangibles, que pueden ser visualizadas, tocadas y almacenadas.

Aunque esenciales en tareas cotidianas, las impresoras también suponen un riesgo significativo cuando están conectadas a la red de internet. Esto es especialmente cierto si se encuentran habilitadas para servicios como correo electrónico, fax o FTP, ya que, si no están correctamente configuradas y protegidas, pueden poner en peligro los datos y los sistemas.

Las conexiones sin cifrado dejan expuesta la información personal.
Los programas espía pueden interceptar contraseñas y otra información sensible. | Foto: Getty Images

Con apariencia inofensiva, dichos aparatos pueden convertirse en un punto de acceso para ciberdelincuentes que buscan vulnerar redes wifi y obtener información sensible. Aunque diseñadas para ser accesibles y fáciles de configurar, estas impresoras muchas veces carecen de medidas adecuadas de protección frente a accesos no autorizados, tales como contraseñas robustas o sistemas de cifrado avanzados.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), desde estos dispositivos pueden llevarse a cabo diversos tipos de ataques. Uno de los más comunes es el robo de datos confidenciales, que ocurre cuando la información enviada a la impresora es redirigida a otro destino sin el conocimiento del usuario. Además, los documentos “olvidados” en la cola de impresión pueden ser aprovechados por los atacantes para obtener información sensible sin autorización.

Otro riesgo significativo es el escaneo y envío anónimo de documentos confidenciales por correo electrónico, lo que permite a los ciberdelincuentes acceder y distribuir información de manera discreta. En algunos casos, las impresoras pueden incluso servir como punto de entrada para los atacantes, dándoles acceso a la red interna de la empresa y facilitando infecciones o intrusiones en los sistemas corporativos.

Asimismo, pueden ser utilizadas para ejecutar ataques DDoS (Denial of Service), sobrecargando equipos o redes y dejándolos fuera de servicio, lo que afecta gravemente la operativa de una empresa y compromete la seguridad general de la red.

Si bien estos riesgos son más comunes en organizaciones, los especialistas en ciberseguridad insisten en la importancia de implementar medidas de protección para salvaguardar tanto los dispositivos como la información sensible.

Aunque las impresoras siguen siendo componentes esenciales en muchas infraestructuras tecnológicas, también representan una vulnerabilidad si no se gestionan adecuadamente.
Aunque las impresoras siguen siendo componentes esenciales en muchas infraestructuras tecnológicas, también representan una vulnerabilidad si no se gestionan adecuadamente. | Foto: Getty Images

Según Gordon Flesch Company, una de las soluciones más efectivas para las empresas es la instalación de hardware especializado, como módulos de seguridad (por ejemplo, módulos TPM – Trusted Platform Module), que pueden integrarse directamente en las impresoras.

Estos módulos proporcionan una capa adicional de protección, asegurando que los datos impresos permanezcan confidenciales y que las comunicaciones sean cifradas, incluso si los atacantes logran acceder a la red. Además, permiten la autenticación de usuarios, garantizando que solo personas autorizadas puedan acceder a la impresora y enviar trabajos de impresión.

Aunque las impresoras siguen siendo componentes esenciales en muchas infraestructuras tecnológicas, también representan una vulnerabilidad si no se gestionan adecuadamente. Adoptar una postura proactiva en cuanto a la ciberseguridad, siguiendo las mejores prácticas y consejos de los expertos, puede reducir significativamente el riesgo de que estos dispositivos sean hackeados.