Algo que se ha vuelto parte de la cotidianidad de las personas son las llamadas provenientes de números desconocidos. Aunque en muchos casos esto puede parecer normal —ya que numerosas empresas utilizan este medio para ofrecer productos o servicios—, también se trata de una práctica que ha sido aprovechada por ciberdelincuentes para cometer estafas y fraudes.
Los delincuentes emplean diversas estrategias para engañar a sus víctimas, haciéndose pasar por bancos, empresas de servicios o incluso por familiares. A través de discursos bien elaborados, buscan generar urgencia o miedo con el fin de que la persona entregue información sensible, como números de identificación, claves bancarias o códigos de verificación. En cuestión de minutos, alguien puede perder sus ahorros sin siquiera darse cuenta de que ha sido víctima de una estafa.
Uno de los aspectos que más llama la atención en este tipo de casos es la frecuencia de llamadas provenientes de números con prefijos extranjeros, especialmente de países como Países Bajos (+31) o Polonia(+48). Esto ha despertado la inquietud de muchos usuarios, quienes se preguntan por qué reciben este tipo de llamadas y cuál es el objetivo real detrás de ellas.

De acuerdo con lo explicado por el portal especializado Computer Hoy, estas llamadas no buscan comunicarse directamente con la persona, sino despertar su curiosidad. El objetivo es que el usuario devuelva la llamada, lo que puede generar cargos adicionales en la factura del teléfono móvil o, en el peor de los casos, facilitar el robo de datos personales.

Esta técnica resulta especialmente efectiva, ya que recibir una llamada de un número extranjero suele despertar intriga. Cuando los delincuentes llaman y cuelgan rápidamente, muchas personas, al no alcanzar a contestar, sienten la necesidad de devolver la llamada para saber de qué se trataba, cayendo así en la trampa.
Además, si la comunicación llega a establecerse, la privacidad del usuario también puede verse comprometida. Durante estas llamadas, los ciberdelincuentes suelen hacer preguntas aparentemente inofensivas para recopilar información personal, como nombres, horarios o datos familiares. Incluso el tono de voz o la forma de responder puede ser utilizado para construir perfiles que faciliten futuras estafas o intentos de extorsión.

Por estas razones, los expertos en seguridad recomiendan no contestar llamadas de números extranjeros desconocidos, no devolver llamadas perdidas y bloquear de inmediato aquellos números sospechosos. También es aconsejable activar los filtros antispam del teléfono móvil y reportar estas situaciones al operador telefónico.
Ignorar una llamada de este tipo puede parecer una decisión insignificante, pero en muchos casos es la forma más sencilla y efectiva de proteger la información personal y evitar pérdidas económicas innecesarias.










