El pequeño electrodoméstico que debe desconectarse durante los días de calor para evitar un incendio en casa

En la actualidad, los electrodomésticos son una pieza fundamental en las tareas del hogar. Desde su invención, su presencia se ha vuelto cada vez más relevante debido a los beneficios que ofrecen al optimizar el tiempo y facilitar numerosas labores cotidianas. Aparatos como la lavadora, la nevera, la freidora de aire o el microondas se han convertido en elementos indispensables en los hogares modernos.

Gracias a los avances tecnológicos, estos dispositivos están diseñados con características que permiten una experiencia personalizada y una vida útil prolongada. No obstante, su correcto funcionamiento y seguridad dependen en gran medida de los hábitos de uso que mantengan los usuarios. Un uso inadecuado puede derivar en accidentes eléctricos, incluidos cortocircuitos o incluso incendios.

Según la plataforma especializada Safety Culture, los incendios eléctricos se originan generalmente en componentes, equipos o cableados eléctricos sobrecalentados, defectuosos o deteriorados. Este tipo de incidentes representa una amenaza significativa en entornos residenciales, ya que tienen el potencial de propagarse rápidamente y causar daños materiales y humanos considerables.

Entre las causas más comunes de incendios eléctricos destacan:

• Deterioro del cableado: Con el tiempo, los cables pueden presentar desgaste, deshilacharse o aflojarse. Estas condiciones favorecen el sobrecalentamiento y eventual combustión del cableado, elevando el riesgo de incendio.
• Equipos eléctricos en mal estado: Electrodomésticos y sistemas eléctricos sin mantenimiento o con fallas pueden convertirse en focos de riesgo. Esto incluye desde aparatos de cocina hasta sistemas de climatización, los cuales suelen requerir un alto consumo energético.

• Sobrecarga de circuitos: La conexión simultánea de múltiples dispositivos a un mismo circuito puede superar su capacidad, generando un exceso de calor que, al entrar en contacto con materiales inflamables, podría provocar un incendio.
• Uso indebido de extensiones y regletas: Sustituir el cableado fijo por alargadores mal ubicados o sobrecargar regletas multipuerto incrementa la posibilidad de fallas eléctricas.
• Problemas en enchufes e interruptores: Instalaciones defectuosas, conexiones flojas o componentes deteriorados pueden causar sobrecalentamiento y, eventualmente, incendios.

De acuerdo con medios internacionales como elEconomista y Diario AS, durante los meses más cálidos se incrementa el uso de ventiladores, aires acondicionados y otros dispositivos destinados a refrescar los espacios. Sin embargo, se suele pasar por alto el riesgo que representan otros electrodomésticos menos utilizados, como la tostadora.

Este pequeño aparato, comúnmente presente en las cocinas, puede representar un peligro latente si permanece enchufado sin supervisión. Fallas eléctricas internas —como un interruptor dañado, un botón atascado o una sobrecarga— pueden activar el dispositivo de forma accidental. En presencia de migas inflamables o materiales combustibles cercanos como papel de cocina, servilletas o utensilios de madera, el riesgo de incendio se eleva considerablemente.

A pesar de utilizarse solo por breves momentos, muchas personas dejan la tostadora conectada durante todo el día. Este hábito, aunque frecuente, es innecesario y potencialmente peligroso, sobre todo en viviendas con instalaciones eléctricas antiguas o exigidas por el uso simultáneo de múltiples aparatos.

En contextos de altas temperaturas, como los registrados durante el verano, las condiciones propician el sobrecalentamiento de los sistemas eléctricos. Por ello, incluso electrodomésticos aparentemente inofensivos como la tostadora no deben subestimarse. Una gestión responsable de estos equipos es fundamental para prevenir accidentes que pueden evitarse con simples cambios de hábito.