Tecnología
¿Es un mito o una realidad que la lluvia afecta la velocidad del wifi en el hogar?
Una mala conexión a Internet afecta la eficiencia de los dispositivos conectados, generando molestias entre los usuarios.

Uno de los aspectos más relevantes en la era tecnológica actual es contar con una conexión a Internet de calidad, dado que de ella dependen la comunicación, el acceso a la información y diversas herramientas de entretenimiento, como las plataformas de streaming, que ofrecen una amplia biblioteca de contenido.
No obstante, en torno a una buena conexión wifi han surgido diversos mitos con el paso del tiempo, siendo uno de los más extendidos la creencia de que la lluvia puede afectar la velocidad de internet en los hogares. Según esta teoría, las condiciones climáticas, influirían en el desempeño de la red.
Sin embargo, dicha idea podría tratarse simplemente de un mito popular, ya que el wifi opera en las bandas de frecuencia de 2.4 GHz y 5 GHz, las cuales son relativamente resistentes a los efectos meteorológicos, como la lluvia. Las señales en estas frecuencias no suelen verse significativamente afectadas por fenómenos climáticos adversos.

A pesar de ello, en situaciones particulares, la lluvia podría afectar indirectamente la calidad de la conexión. Esto ocurre en redes que dependen de señales de radiofrecuencia a larga distancia, como las transmitidas por antenas o torres de telecomunicaciones.
En el caso de las conexiones a internet satelital, la lluvia puede causar interferencias en la señal, sobre todo durante tormentas intensas. Las gotas de agua pueden bloquear o reflejar la señal entre el satélite y la antena receptora en la Tierra, lo que genera una interrupción temporal del servicio.
Por otro lado, las conexiones a internet basadas en fibra óptica o en cables subterráneos no se ven afectadas por la lluvia. Estos cables están diseñados para ser resistentes a las inclemencias del clima. No obstante, en áreas donde las instalaciones no están adecuadamente protegidas, una tormenta intensa podría dañar el cableado aéreo, afectando la calidad del servicio.
Si bien la lluvia puede influir indirectamente en algunas conexiones, existen factores mucho más comunes que impactan la velocidad del wifi. Entre ellos se encuentran:

- Obstáculos físicos: Las paredes, los muebles y otros objetos en el hogar pueden bloquear o debilitar las señales wifi. Cuanto más grandes y densos sean los materiales que componen la estructura, mayor será la atenuación de la señal.
- Interferencia de otras redes: En zonas urbanas o áreas con muchas redes wifi, es posible que la señal de la red propia se vea afectada por interferencias, especialmente en la banda de 2.4 GHz, que suele estar saturada con dispositivos como microondas, teléfonos inalámbricos y redes vecinas.
- Distancia entre el router y el dispositivo: A medida que aumenta la distancia entre el router y el dispositivo conectado, la señal tiende a degradarse, lo que puede resultar en velocidades más lentas y una conexión más inestable.
Por lo tanto, si la velocidad de la conexión experimenta una disminución durante los días lluviosos, es más probable que se deba a otros factores como la congestión de la red, interferencias o problemas técnicos internos en la red wifi, más que a la lluvia en sí misma.