Esta es la cantidad de dígitos que necesita tener una clave para blindar el teléfono, evitar fraudes y proteger su dinero

En la actualidad, proteger el acceso a los teléfonos móviles es fundamental para resguardar la información personal y evitar posibles ataques cibernéticos. Una de las medidas más efectivas para dificultar el acceso no autorizado es establecer un código de desbloqueo seguro.

No obstante, no todos los códigos ofrecen el mismo nivel de protección, ya que su longitud influye directamente en la resistencia ante intentos de hackeo. Por esta razón, expertos recomiendan optar por un PIN más largo, que incremente la cantidad de combinaciones posibles y reduzca las probabilidades de ser descifrado.

Según la empresa de ciberseguridad Kaspersky, un PIN de seis dígitos es significativamente más seguro que uno de cuatro. Esto se debe a que un código corto tiene apenas 10,000 combinaciones, lo que facilita su descifrado mediante ataques de fuerza bruta.

En cambio, al agregar dos dígitos adicionales, la cantidad de combinaciones se multiplica, haciendo que el proceso de adivinanza sea mucho más complejo y prolongado. Por ello, siempre que sea posible, lo mejor será optar por un PIN de seis cifras para mejorar la seguridad del dispositivo.

Para fortalecer la seguridad de un teléfono móvil, es fundamental evitar el uso de datos personales como claves de acceso. Kaspersky advierte que los ciberdelincuentes suelen probar primero información fácilmente disponible en línea, como fechas de nacimiento, números de teléfono o combinaciones relacionadas con datos personales.

Además, utilizar secuencias predecibles como “0000″ o “1234″ representa un riesgo considerable, ya que son las primeras combinaciones que los atacantes prueban en sus intentos de acceso.

Otra estrategia clave para mejorar la protección es aumentar la cantidad de dígitos en la contraseña. Un código de seis cifras ofrece un nivel de seguridad mucho mayor, ya que incrementa el número de combinaciones posibles a un millón, dificultando significativamente su descifrado.

Si se opta por un PIN de ocho dígitos, las combinaciones pueden reducir aún más las probabilidades de que un atacante pueda descifrarlo mediante un ataque de fuerza bruta. Para una protección aún más robusta, los expertos en ciberseguridad sugieren el uso de contraseñas alfanuméricas, que combinan letras, números y símbolos, aumentando así la resistencia contra intentos de hackeo.

Adicionalmente, para mitigar estos riesgos, los expertos aconsejan evitar claves predecibles y utilizar contraseñas largas y aleatorias. Asimismo, el uso de autenticación biométrica, como el reconocimiento facial o la huella dactilar, puede proporcionar una capa adicional de seguridad.

La precaución y la implementación de buenas prácticas son esenciales para proteger la información personal y financiera de cualquier usuario.