Tecnología

Este electrodoméstico gasta 10 veces más energía que la nevera si lo deja conectado por horas

Ciertos aparatos tecnológicos utilizan más energía porque funcionan con sistemas que demandan un alto consumo eléctrico.

Mary Nelly  Mora Escamilla

Mary Nelly Mora Escamilla

Periodista en Semana

12 de julio de 2025, 8:07 p. m.
Factura de energía
Factura de energía | Foto: Getty Images

Los electrodomésticos se han convertido en parte fundamental de la vida diaria de las personas para facilitar las labores del hogar. No obstante, su uso constante y la falta de hábitos responsables pueden derivar en un alto consumo de energía. Este problema se agrava cuando no se presta atención a la manera en que se manipulan o al tiempo que permanecen encendidos, lo que puede impactar negativamente tanto en el ambiente como en los costos del servicio eléctrico.

No todos los aparatos eléctricos consumen la misma cantidad de energía, ya que algunos equipos están diseñados para ser más eficientes, lo que resulta clave revisar sus especificaciones antes de hacer una compra. Esto permite reducir gastos innecesarios y evitar el uso en horarios donde la demanda energética es mayor.

Según el portal Renewable Energy World, los aparatos que más electricidad requieren son los calentadores de agua, las neveras, las secadoras, los sistemas de entretenimiento, los computadores y los ventiladores. En el caso de los electrodomésticos de cocina, su participación en el consumo total puede alcanzar el 1,3 %, una cifra que, aunque parece mínima, puede incrementar significativamente la factura si no se controlan sus tiempos de uso.

En los últimos años, uno de los electrodomésticos que ha ganado protagonismo en la cocina es el horno eléctrico, valorado por su capacidad para cocinar con rapidez sin comprometer el sabor de los alimentos. A diferencia de los modelos a gas, este tipo de horno funciona mediante resistencias eléctricas que generan calor y lo distribuyen de forma uniforme en su interior, lo que facilita una cocción eficiente y precisa.

Creativo Getty
Los aparatos que más electricidad requieren son los calentadores de agua, las neveras, las secadoras, los sistemas de entretenimiento, los computadores y los ventiladores. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Aunque se trata de un aparato muy útil y versátil, el horno convencional suele tener un consumo energético elevado en comparación con otros equipos domésticos. De acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), este electrodoméstico puede llegar a utilizar cerca de 2.3 kilovatios-hora (kWh) por cada hora de funcionamiento. Factores como el tiempo de cocción, la necesidad de precalentamiento y el mantenimiento de una temperatura constante influyen directamente en su gasto energético, haciendo que su uso frecuente repercuta notablemente en el consumo total del hogar.

El gasto energético de los hornos eléctricos varía en función de varios aspectos, entre ellos la potencia del equipo, la duración del uso y la temperatura seleccionada para cocinar. Estos aparatos suelen tener potencias que van desde los 1.000 hasta los 5.000 vatios (o de 1 a 5 kilovatios), y su capacidad de consumo está directamente relacionada con estas cifras. Cuanto mayor sea la potencia y el tiempo de funcionamiento, mayor será el consumo eléctrico.

Estos son los peligros de guardar ollas y sartenes en el horno de la estufa
Este electrodoméstico puede llegar a utilizar cerca de 2.3 kilovatios-hora (kWh) por cada hora de funcionamiento. | Foto: Getty Images

De forma general, se estima que un horno eléctrico puede gastar entre 1.500 y 3.000 kWh por cada hora de uso, dependiendo del modelo y de su configuración térmica. Los diseños más recientes incorporan tecnologías que optimizan el uso de energía, como materiales aislantes y sistemas de control de temperatura más precisos. No obstante, si se emplean durante tiempos prolongados o a temperaturas muy elevadas, el impacto en la factura eléctrica puede ser significativo, por lo que se aconseja hacer un uso racional y aprovechar al máximo su capacidad interna para cocinar más de un alimento a la vez.

En comparación, la nevera suele tener un consumo mensual mucho más bajo, aunque también está sujeto a factores como el tamaño, la eficiencia energética y la frecuencia con la que se abre o se ajusta su temperatura. En promedio, una nevera consume entre 100 y 200 kWh al mes.

Aunque los hornos pueden representar un gasto importante, es posible aplicar medidas sencillas para reducir su consumo: limitar el tiempo de precalentamiento, apagarlo unos minutos antes del final para aprovechar el calor acumulado, cocinar a temperaturas moderadas y mantener el interior limpio para mejorar la transferencia de calor y evitar un esfuerzo innecesario del equipo.