Tecnología

Este es el error más común al desinfectar la licuadora que podría dañar el motor y provocar costosas reparaciones

Aunque limpiar este aparato parece una tarea sencilla, un pequeño descuido podría comprometer su funcionamiento y llevarlo a reparaciones innecesarias.

Mary Nelly  Mora Escamilla

Mary Nelly Mora Escamilla

Periodista en Semana

6 de mayo de 2025, 10:57 p. m.
Un hábito que parece inofensivo, pero no lo es.
Un hábito que parece inofensivo, pero no lo es. | Foto: Getty Images

Los electrodomésticos son equipos que las personas emplean para facilitar diversas labores dentro del hogar. Están creados para agilizar y simplificar tareas diarias como preparar alimentos, hacer la limpieza, lavar ropa o mantener una temperatura agradable en casa. Estos dispositivos pueden ser de tamaño reducido, como una licuadora o una tostadora, o más grandes, como un refrigerador o una lavadora.

Sin embargo, un aspecto poco mencionado es el cuidado y la limpieza que las personas deberían realizarle a estos aparatos eléctricos. Por ejemplo, la licuadora es una herramienta fundamental que sirve para preparar jugos, sopas, batidos y otras recetas cotidianas, pero que, como cualquier electrodoméstico, requiere una limpieza regular para evitar la acumulación de residuos y bacterias.

Aunque, en muchas ocasiones, ante el afán por mantenerla reluciente, muchos usuarios incurren en un error común: lavar toda la licuadora bajo el chorro del agua o sumergirla completamente en el fregadero, incluyendo la base que contiene el motor.

Este mal hábito, aunque bien intencionado, puede provocar daños graves al sistema eléctrico del aparato. De acuerdo con expertos en reparación de electrodomésticos, la base de la licuadora no está diseñada para entrar en contacto con el agua. Al hacerlo, los componentes internos, como los circuitos eléctricos, el interruptor de encendido y el motor, podrían sufrir cortocircuitos, oxidación o incluso un daño irreversible.

¿Cómo lavar la licuadora para evitar malos olores?
Este mal hábito, aunque bien intencionado, puede provocar daños graves al sistema eléctrico del aparato. | Foto: Getty Images

¿Qué sucede cuando el motor entra en contacto con el agua?

El motor de la licuadora está diseñado para resistir el uso constante, pero no la humedad directa. Cuando el agua se filtra en la carcasa inferior, donde se encuentra el sistema eléctrico, pueden presentarse varios problemas: desde un mal funcionamiento del botón de encendido hasta chispazos internos, olores a quemado y, en los peores casos, la inutilización total del aparato.

Además, aunque el daño no sea inmediato, la humedad persistente en el interior de la base puede generar corrosión en los contactos eléctricos, reduciendo la vida útil de la licuadora considerablemente.

Otro riesgo es que, al volver a conectar el aparato a la corriente después de mojar la base, se produzca una descarga eléctrica que podría ser peligrosa para el usuario.

Licuadora
La humedad persistente en el interior de la base puede generar corrosión en los contactos eléctricos, reduciendo la vida útil de la licuadora considerablemente. | Foto: Getty Images

¿Cómo limpiar correctamente la licuadora?

Para evitar costosas reparaciones o la necesidad de reemplazar el electrodoméstico, los expertos recomiendan seguir un procedimiento seguro y efectivo al momento de limpiar la licuadora:

  • Desmontar las piezas removibles, como vaso, cuchillas, tapa y goma, las cuales se pueden lavar a mano con agua tibia y jabón, o incluso en el lavavajillas si el fabricante lo permite.
  • Limpiar profundamente el vaso, mezclando agua con vinagre blanco o unas gotas de blanqueador diluida durante 30 segundos, y luego enjuagar muy bien. También es útil añadir unas gotas de detergente con agua caliente y accionar la licuadora por unos segundos.
  • Secar completamente las piezas antes de volver a armar el aparato.
  • Con respecto a la base del motor, lo ideal es limpiarlo con un paño húmedo con alcohol. En caso de manchas difíciles, se puede usar un cepillo de dientes viejo humedecido para frotar con cuidado sin permitir que entre agua en las ranuras.
  • Además, evitar productos abrasivos, como cloro puro, estropajos metálicos ni líquidos corrosivos que puedan deteriorar los materiales o entrar en contacto con las partes eléctricas.