Tecnología
Freidora de aire vs. horno eléctrico: cuál consume menos energía y qué preparaciones son más adecuadas para cada uno
La freidora de aire y el horno se han convertido en algunos de los electrodomésticos más utilizados en las cocinas modernas.

La freidora de aire se ha consolidado como uno de los electrodomésticos más populares en las cocinas actuales. Su funcionamiento se basa en la circulación de aire caliente, lo que permite cocinar con muy poco aceite y obtener resultados similares a los de una fritura tradicional. Más allá de su vertiente saludable, muchos usuarios destacan su rapidez y consideran que puede suponer un ahorro energético frente a otros aparatos, como el horno eléctrico.
Con esa duda en mente, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) comparó varios platos preparados en distintos electrodomésticos. Los resultados muestran que, en la mayoría de los casos, la freidora de aire consume menos electricidad que el horno, aunque los datos varían según la receta y la cantidad de comida que se cocine.
Freidora de aire vs. horno eléctrico
Para un pollo asado de 1,3 kilos, la freidora registró un consumo de 0,54 kWh (aproximadamente 0,09 euros), mientras que el horno eléctrico alcanzó 1,157 kWh (unos 0,19 euros). También se observaron diferencias en los tiempos de cocción: 53 minutos frente a 76.

En el caso de patatas fritas congeladas, la freidora necesitó 0,287 kWh (0,05 euros), frente a los 0,863 kWh (0,14 euros) del horno. Con un bizcocho sencillo, la freidora gastó 0,223 kWh (0,04 euros), mientras que el horno subió a 0,71 kWh (0,11 euros). No obstante, en este caso, el horno permitió preparar un pastel de mayor tamaño.
Para una patata asada, la freidora empleó 0,39 kWh (0,06 euros), frente a 1,08 kWh (0,17 euros) del horno, y además redujo el tiempo de cocinado en 20 minutos.
¿Por qué el horno consume más?
La diferencia se explica por la potencia y el precalentamiento. Mientras que las freidoras de aire suelen operar entre 700 y 2.000 W, un horno eléctrico funciona habitualmente entre 2.000 y 5.000 W. Además, el horno requiere precalentamiento, lo que incrementa aún más el consumo en cada uso.
A favor del horno, está su capacidad: permite cocinar varias raciones grandes en una sola tanda, algo que una freidora de aire difícilmente puede asumir.

Otros aparatos en la comparativa
La OCU también evaluó otros electrodomésticos. En el caso del pollo, la opción más económica fue la olla a presión, con un gasto de solo 0,05 euros, aunque no consigue la piel crujiente que sí ofrece la freidora. Para la patata asada, el microondas resultó el más barato, con 0,02 euros, aunque tampoco logra la textura exterior característica.
Las pruebas reflejan que la freidora de aire es más eficiente que el horno para la mayoría de los platos cotidianos, especialmente cuando se cocinan cantidades pequeñas o medianas.
Sin embargo, si se busca preparar grandes volúmenes de comida o elaboraciones como un bizcocho grande, el horno sigue siendo la opción más práctica. Para recetas concretas, como una patata asada o un guiso rápido, otros aparatos, como el microondas o la olla a presión, pueden resultar aún más económicos.
*Con información de Europa Press.