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Inteligencia artificial revela cuánto tiempo falta para que vuelva a ocurrir un desastre natural en el mundo

ChatGPT analizó los factores que podrían influir en la ocurrencia de un nuevo desastre natural.

Redacción Tecnología
18 de noviembre de 2024
La preparación ante los desastres naturales es clave.
La preparación ante los desastres naturales es clave. | Foto: Getty Images

Los desastres naturales han formado parte de la historia de la Tierra desde sus orígenes, pero en las últimas décadas su frecuencia e intensidad parecen haber aumentado considerablemente. Terremotos, tsunamis, huracanes, inundaciones y erupciones volcánicas son solo algunos de los fenómenos capaces de causar devastación a nivel global. Ante este panorama, surge la pregunta: ¿cuánto tiempo falta para que ocurra el siguiente gran desastre?

Para abordar este tema, SEMANA consultó a ChatGPT, una herramienta de inteligencia artificial que proporcionó datos clave sobre el tema. En primer lugar, es importante comprender que los desastres naturales se clasifican según su tipo y magnitud. Algunos, como los huracanes o los incendios forestales, son eventos recurrentes que dependen en gran medida de patrones climáticos y meteorológicos. En cambio, otros fenómenos, como los terremotos o las erupciones volcánicas, son impredecibles en cuanto a su momento exacto de ocurrencia.

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Los desastres naturales pueden traer consecuencias fatales. | Foto: Getty Images

Tipos de desastres naturales que afectan el mundo

Los huracanes, tifones y ciclones tropicales son algunos de los desastres naturales más comunes en el mundo. Su ocurrencia está fuertemente relacionada con los cambios en las temperaturas oceánicas y la dinámica atmosférica. Según expertos analizados por la IA, estos fenómenos ocurren anualmente con una variabilidad significativa, pero su número ha ido aumentando en los últimos años debido al cambio climático.

Por otro lado, los terremotos y tsunamis, aunque menos frecuentes, son extremadamente destructivos cuando ocurren. Los terremotos, especialmente aquellos de magnitudes mayores a 7 en la escala de Richter, ocurren con una frecuencia de aproximadamente uno o dos al año en diferentes partes del mundo.

Los modelos predictivos de desastres naturales se basan principalmente en el análisis de datos históricos y la observación de patrones geofísicos y climáticos. Estos modelos no pueden predecir con exactitud cuándo ocurrirá un desastre de gran magnitud, pero pueden identificar regiones con mayor riesgo. Por ejemplo, los terremotos son más comunes en zonas cercanas a los límites de placas tectónicas, como la Cuenca del Pacífico, conocida como el Cinturón de Fuego. En cuanto a los huracanes, los modelos climáticos pueden prever las condiciones que favorecen su formación y desarrollo, pero la variabilidad inherente al clima global hace que las predicciones a largo plazo sean inciertas.

En el caso de los desastres más devastadores, como la erupción de un supervolcán, los científicos también trabajan en identificar signos tempranos de actividad volcánica, como el aumento de temblores o la liberación de gases. Sin embargo, incluso con estas herramientas, la predicción de un evento catastrófico sigue siendo una tarea compleja.

Fin del mundo.
Algunas zonas son más propensas a sufrir un desastre natural. | Foto: Getty Images

¿Cuánto falta para un nuevo desastre global?

Considerando la tendencia actual, el aumento de fenómenos meteorológicos extremos impulsados por el cambio climático y la ocurrencia regular de terremotos y erupciones volcánicas, es razonable predecir que, en los próximos dos a cinco años, el mundo podría enfrentar desastres naturales de gran escala, especialmente en forma de tormentas, inundaciones y otros eventos relacionados con el clima. Sin embargo, los desastres catastróficos a nivel global, como un gran terremoto o la erupción de un supervolcán, son más difíciles de prever, pero se espera que los eventos extremos sigan ocurriendo con mayor frecuencia debido al impacto del cambio climático.

La interacción de factores como el cambio climático, la presión demográfica y la urbanización en áreas vulnerables puede generar condiciones más propensas a desastres.

Lo que sí es claro es que la preparación y la adaptación ante estos eventos deben ser prioritarias. La ciencia y la tecnología continúan avanzando, y si bien no se puede predecir con precisión cuándo ocurrirá el próximo desastre natural global, la humanidad tiene la capacidad de mitigar los efectos a través de medidas preventivas y de respuesta rápidas.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.