Tecnología

La forma más segura de limpiar las bocinas del celular para que no se dañen y dejarlas como nuevas

La limpieza regular de las bocinas no solo optimiza la experiencia auditiva, sino que también favorece la durabilidad del celular.

4 de junio de 2025, 5:13 p. m.
Mantener los altavoces libres de suciedad  mejora la experiencia auditiva.
Mantener los altavoces libres de suciedad mejora la experiencia auditiva. | Foto: Getty Images

En los últimos años, el teléfono ha dejado de ser un simple medio de comunicación para consolidarse como una herramienta multifuncional imprescindible. Hoy en día, estos dispositivos funcionan como agendas personales, cámaras fotográficas, centros de entretenimiento, oficinas portátiles e incluso métodos de pago. Su evolución tecnológica ha impactado profundamente en la forma de trabajar, aprender, interactuar y comunicarse.

Entre las múltiples funciones que ofrece un smartphone, la calidad del sonido suele pasar desapercibida, pese a su relevancia en la experiencia del usuario. La exposición constante al ambiente provoca que los altavoces acumulen polvo, suciedad y partículas diminutas, lo que puede deteriorar el rendimiento acústico. Esta situación se hace evidente cuando el volumen disminuye sin razón aparente o cuando el sonido presenta distorsiones.

Afortunadamente, mantener en condiciones óptimas los componentes de audio no es una tarea compleja si se actúa con precaución y se utilizan los elementos adecuados. Según advierte el portal especializado Xataka, uno de los errores más frecuentes consiste en emplear objetos punzantes o metálicos —como alfileres, agujas, clips o palillos— para intentar despejar los orificios del altavoz o el micrófono.

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La calidad del sonido se puede ver afectada por el polvo. | Foto: Getty Images

Aunque estas prácticas pueden parecer soluciones inmediatas, en realidad representan un riesgo significativo para el equipo. El contacto con herramientas inadecuadas puede perforar la rejilla de protección o dañar componentes internos delicados, lo que no solo empeoraría el problema, sino que podría derivar en averías permanentes y costosas.

Guía básica recomendada para una limpieza segura

Antes de iniciar el proceso, se recomienda apagar el equipo para evitar cortocircuitos o daños imprevistos. El primer paso consiste en identificar correctamente la ubicación de las bocinas, que varía según el modelo: algunas se encuentran en la parte inferior, otras en la superior o en ambos extremos del aparato.

Para retirar el polvo, lo más efectivo es utilizar un cepillo de cerdas suaves o uno diseñado específicamente para dispositivos electrónicos. Se aconseja realizar movimientos delicados y en una sola dirección, sin aplicar presión excesiva, para evitar que la suciedad se introduzca aún más en el interior.

El uso de aire comprimido es otra alternativa eficaz, especialmente para acceder a áreas difíciles. La aplicación debe hacerse a una distancia de entre 15 y 20 centímetros y en ángulo, evitando dirigir el flujo de aire directamente sobre la rejilla. Es preferible hacerlo en ráfagas breves de uno o dos segundos, lo que reduce el riesgo de condensación por enfriamiento.

No se recomienda usar papel higiénico para limpiar la pantalla del teléfono.
No se recomienda usar papel higiénico para limpiar la pantalla del teléfono. | Foto: Imágen creada con la IA Dall-3

También resulta útil recurrir a materiales adhesivos como cinta o masilla limpiadora diseñada para electrónica. Un trozo de cinta enrollado con el lado pegajoso hacia afuera puede presionarse con suavidad sobre las ranuras, facilitando la extracción del polvo sin comprometer los componentes. En el caso de la masilla, debe asegurarse que no deje residuos ni sea abrasiva.

Para finalizar, se recomienda repasar los bordes con un hisopo seco o un palillo envuelto en algodón, siempre con extremo cuidado y sin introducirlo en los orificios. Un paño de microfibra limpio puede utilizarse para limpiar la superficie general del equipo, retirando cualquier rastro de polvo o huellas dactilares.

En entornos polvorientos o si el dispositivo se transporta habitualmente en bolsillos, conviene revisar los altavoces cada dos o tres semanas. En condiciones más limpias o con uso doméstico, una limpieza mensual suele ser suficiente para conservar la calidad del sonido.