En un contexto cada vez más digital, las aplicaciones de mensajería instantánea se han consolidado como piezas clave de la comunicación cotidiana. WhatsApp, una de las plataformas más usadas a nivel global, continúa incorporando funciones orientadas a simplificar y agilizar la interacción entre los usuarios.
Entre estas herramientas se encuentra el código QR del perfil, una opción que permite agregar contactos de manera rápida y práctica, sin necesidad de intercambiar números de teléfono. Esta función resulta especialmente útil en escenarios donde el tiempo es limitado o se busca mayor comodidad.
Para acceder a ella, el usuario debe ingresar al menú de “Más opciones”, identificado por los tres puntos verticales, y dirigirse a la sección de “Ajustes”. Allí, junto al nombre del perfil, aparece el código QR personal, que puede compartirse fácilmente al pulsar el ícono de “Compartir”. Desde ese punto, es posible enviarlo directamente a un contacto o a través de otras aplicaciones instaladas en el dispositivo.

La plataforma también ofrece la posibilidad de personalizar la imagen del código QR antes de enviarla. El usuario puede recortarla o rotarla, añadir texto, emojis o stickers, realizar dibujos o incluir un mensaje que acompañe el envío. En caso de equivocación, la opción de deshacer permite revertir los cambios antes de confirmar el envío mediante el ícono del avión de papel.

Aunque se trata de una función ágil y conveniente, WhatsApp recomienda utilizarla con cautela. Compartir el código QR implica que cualquier persona que lo escanee podrá agregar al usuario como contacto e, incluso, reenviarlo a terceros. Por ello, la compañía sugiere compartirlo únicamente con personas de confianza, como una medida básica para proteger la privacidad.
Esta herramienta cobra especial relevancia en encuentros laborales, eventos, reuniones académicas o situaciones en las que se busca ahorrar tiempo y facilitar el intercambio de información.

Acceder y aprovechar las distintas funciones de WhatsApp resulta beneficioso porque mejora la experiencia de comunicación, optimiza los procesos y permite adaptar la aplicación a las necesidades de cada usuario.










